El verano y las jubilaciones provocan que la ONCE Tarragona busque vendedores
Los candidatos tendrán que realizar dos pruebas, una teórica y una práctica
Uno de los quioscos renovados del ONCE.
La rama de ONCE en Tarragona ha iniciado una campaña de búsqueda de vendedores para cubrir los diferentes puntos que quedan disponibles en diferentes poblaciones del territorio. Concretamente, las plazas y las localidades que se ofrecen son Tarragona (6), Reus (4), Calafell (3), Cambrils (3), La Ràpita (3), Salou (4), Torredembarra (2), Tortosa (3), y Valls (2).
La subdirectora de la entidad en Tarragona, Arantxa Vallespí, explica que esta búsqueda de nuevos vendedores se debe a una serie de jubilaciones previstas. Con todo, expresa que la temporada estival como tal ya es un «punto ágil de contratación», sobre todo en las poblaciones costeras: «Durante el verano se produce un cambio de hábitos, porque la gente va más a la playa. Donde haya más multitud, tenemos que estar nosotros». Bajo esta premisa, los horarios laborales de los vendedores se adaptan a los de apertura y cierre del establecimientos comerciales.
El proceso de selección
Vallespí relata que el proceso de contratación empieza con una entrevista al candidato, en la cual «valoramos que tenga experiencia comercial, aunque no es imprescindible. También que sea lo bastante autónomo para desplazarse y que tenga buena comunicación». Con todo, una de las condiciones que sin falta se tienen que cumplir para optar al lugar de trabajo es tener una discapacidad reconocida en un grado del 33% o superior.
A continuación, los candidatos hacen un curso de cinco días en que tratan desde los diferentes productos con qué cuenta ONCE hasta el funcionamiento del TPV, el aparato utilizado para vender los números. Los conocimientos adquiridos durante estas clases teóricas se comprueban en dos exámenes, un tipo test y otro práctico con relación al uso del TPV.
Los candidatos que hayan superado las pruebas, finalizan el proceso con dos días de práctica a pie de calle y junto un vendedor con experiencia.
Vallespí explica que, una vez contratados, posiciona a los nuevos vendedores en el punto geográfico que más les encaje, y, mediante una revisión médica, se decida si harán la venta desde un quiosco o a pie. «El quiosco es prioritario para personas ciegas o con movilidad reducida», remarca Vallespí, y añade que están en proceso de renovar los equipamientos, que permitirán «una mayor comunicación con el cliente».
En el caso de los expositores a pie de calle, la subdirectora concreta que adaptan su peso a las capacidades del trabajador.
Contratación constante
ONCE Tarragona cuenta con 80 vendedores repartidos por el territorio. Vallespí explica que «hacemos entrevistas prácticamente cada semana, y los cursos que convocamos, dos cada mes, tienen un mínimo de cinco participantes». Eso produce que tengan una entrada constante de gente, que ayuda a cubrir las plazas desocupadas, mayoritariamente con motivo de jubilaciones. Estas se suelen producir dos o tres años más temprano que las de un trabajador sin una discapacidad.