Domingo de Tres Tombs

Antes del Domingo de Ramos, que da inicio a la festividad de la Semana Santa, los tarraconenses se han dado cita para celebrar el Domingo de Tres Tombs. Esta tradicional festividad, organizada por el Gremio de Campesinos y considerada fiesta de interés nacional, reunió ayer una treintena de carros de unas 100 caballerías de toda Cataluña. Estos pasearon por el centro de la ciudad, bajo la atenta mirada de grandes y pequeños, que salieron a la calle de un desfile que arrancó desde la calle Franscesc Bastos.

El cielo gris y nublado, sumado el frío matinal, provocó que la presencia de público fuera inferior con respecto a otros años, cuando la ciudadanía se volcaba con esta jornada. Laura Gómez, que nunca falla a esta cita, tenía la misma sensación: «Parece que no hay tanta gente como el año pasado». Sin embargo, sigue creyendo que «siempre es un día especial», sobre todo para «vivirlo en familia». De hecho, los que más disfrutaron de los Tres Tombs fueron los menores de la casa. Tanto los que estaban en el público, como los que iban montados sobre alguno de los carruajes, donde se podía ver alguna manta para combatir las bajas temperaturas.

Había gran variedad de carros y los más peculiares se ganaban la atención de aquellos que esperaban de pie, con expectación, la llegada de la comitiva. Como novedad, participó un carruaje adaptado para personas con movilidad reducida. Además, el público también pudo ver, un año más, en el interior del Mercat Central, un carruaje de época cedido por el museo Jordi Rovira de Can Joanet. Se trataba de una carreta de principios del siglo XX que transporta un bote de pesca doméstica y familiar. Realmente, sin embargo, los protagonistas de la jornada de ayer volvieron a ser los caballos, los cuales enamoraban a los asistentes con sus hipnóticos trote y sus bonitos pelajes. Los animales recorrieron la Rambla Nova, dando las tradicionales tres vueltas hasta el Balcón del Mediterráneo.