Los vecinos de Parc Riu Clar reclaman recuperar y dignificar los Montgons

Dicen los vecinos de Parque Riu Clar que son el barrio más pequeño de Tarragona pero con la sonrisa mayor. Y podríamos añadir, que a pesar de su un pequeño vecindario con poco más de 350 censados, atesoran junto a su casa uno de los yacimientos arqueológicos más desconocidos e impactantes de la ciudad: los Montgons. Un asentamiento que fue abandonado al siglo XVII y del cual se tiene poca información debido a su abandono y poco interés de las administraciones.

Ahora, la Asociación de Vecinos de Parque Río Claro, Foro Espacio Cultural y Òmnium Cultural están trabajando para cambiar esta realidad con una serie de acciones que empezaron este fin de semana pasado con una excursión guiada a los Montgons, donde participaron una treintena de personas. Mediante la información compilada por los periodistas Enric Garcia y Fran Richart, los asistentes pudieron descubrir la importancia de este poblado que fue el primer término independiente fuera de las murallas de Tarragona el siglo XII, convirtiéndose así, podríamos decir, en el primer barrio de la ciudad.

Un poblado milenario

«No teníamos ni idea que junto al Polígono Rriu Clar tenemos una iglesia románica tan desatendida y olvidada», fue la declaración más oída durante la visita que organizaron a los vecinos con Òmnium. Los Montgons es un lugar muy especial, no sólo por el impacto de su abandono, sino porque historiadores e investigadores fechan que el asentamiento podría haberse iniciado en el epipaleolítico (es decir, hace unos diez mil años), pasando a convertirse después en una villa ibera, posteriormente romana y finalmente, en una señoría tarraconense fundada durante la repoblación del territorio en manos de Robert d'Aguiló, príncipe normando que gobernó Tarragona durante más de treinta años en el siglo XII.

Vestigios de esta época en su testimonio la iglesia de Sant Julià que todavía se queda en pie y considerada una construcción de «románico en transición» de ocho por cuatro metros de tamaño. Sin pretensiones estilísticas, esta arquitectura ilustraría como era la religiosidad rural en la época de la feudalización del territorio, donde la técnica constructiva mezclaba masonería con el trabajo de sillar. Su dejadez ha hecho que los Montgons hayan sufrido el espolio como se puede comprobar en el arco de cañón de la entrada del templo, dónde desaparecieron a las postrimerías del siglo pasado las dovelas y la puerta de acceso. Del castillo que servía de baluarte para el «señor» que mandaba en estas parcelas que llegaron a las 260 hectáreas, sólo queda un muro con aspilleras, por donde se observaba o se defendía la posición.

Recuperación urgente

Les cestos sueño otro atractivo de los Montgons donde se especula que los eremitas, es decir ermitaños cristianos, vivieron, alejándose de la ciudad por su vida contemplativa. Una de las explicaciones del origen del nombre de los Montgons, podría ser que deriva de «monachus», que en latín significa «monjes». Sin embargo, no hay todavía consenso de los estudiosos para saber de dónde proviene la etimología del lugar. En una cosa si están de acuerdo los historiadores y arqueólogos: hace falta recuperar, estudiar y clasificar este lugar debido su importancia y frenar su regresión. Investigadores consultados están convencidos de que bajo los escombros de los Montgons se podrían hacer hallazgos dignos de un museo.

Los Montgons, que antiguamente delimitaba con Constantí, Centcelles y Tarragona, está esperando que sus secretos sean desenterrados y quien ha cogido al testimonio por este hito son sus actuales vecinos y vecinas cinco siglos después. Ahora sólo hace falta que los partidos políticos de Tarragona hagan efectivo su compromiso aprobado por unanimidad en el 2019 y trabajen con el Incàsol, propietaria de los terrenos, para dignificar y recuperar un parche nada despreciable de la historia de nuestras regiones.