Un millar de familias podrían vivir un año con el agua defraudada a Ematsa

La Empresa Municipal Mixta de Aguas de Tarragona (Ematsa) detectó 198 fraudes el año pasado. El agua defraudada supone el consumo medio estimado de un millar de hogares durante un año, aproximadamente 185.000 metros cúbicos. «Son acciones que no tienen justificación de ningún tipo, ya que todo el mundo que necesite realmente el agua no tiene por qué pagarla si está en una situación vulnerable», explica Daniel Milan, gerente de la compañía.

Desde el 2021, Ematsa ha intensificado las inspecciones para evitar el fraude en el servicio de agua. En este sentido, la empresa llevó a cabo más de 500 actuaciones encaminadas a este objetivo el año pasado. «La intensidad de los fraudes en los últimos años va hacia la baja. Por lo tanto, la valoración es positiva», destaca Milan. La compañía dispone de un equipo de inspección de suministros y otra dotación destinada a la búsqueda de escapes. «Estamos trabajando continuamente, todo el año», dice Milan.

Con respecto al perfil del defraudador, Maria Retuerto, responsable de Clientes de Ematsa afirma que «no suele haber un perfil ni un lugar estándar». Sin embargo, la responsable cree que existen dos grandes grupos. Por una parte, las personas necesitadas, «que defraudan y no conocen que tenemos soluciones en sus casos». Y de la otra, gente «que sencillamente no se quiere hacer cargo».

IA contra los fraudes

Próximamente, Ematsa incorporará 110 nuevos sensores que facilitarán la detección de escapes y fraudes en toda la red de agua potable. «También se está preparando un sistema de inteligencia artificial que sea capaz de detectar patrones de consumo y comportamiento y pueda identificar escapes y fraudes», apunta Milan.

De igual forma, el gerente también destaca la colaboración ciudadana a la hora de detectar actos fraudulentos en la red. «De vez en cuando, recibimos denuncias de vecinos y cartas anónimas, que muestran una sensibilización social hacia el contexto de sequía que sufrimos», indica Milan. La compañía dispone de un canal de denuncia abierto en su web.

Nueva ordenanza

Sin embargo, Retuerto apunta que «muchas veces es más difícil la resolución que la detección». El pasado enero, la normativa que regula el servicio de agua en Tarragona se actualizó y cuenta con una nueva ordenanza que incluye un capítulo dedicado exclusivamente a los fraudes. «La nueva ley se convertirá en un pilar, ya que tipifica los tipos de estafas y da más detalle de hasta dónde podemos llegar como compañía», expone el gerente.

La ordenanza también establece los procedimientos a seguir y los tipos de faltas. «Nosotros notificamos las incidencias y la potestad sancionadora al final recae en el Ayuntamiento», aclara Retuerto. Hay que recordar que el Fondo Social de Ematsa, en coordinación con los servicios de atención social de los municipios, garantiza el suministro gratuito de agua ante situaciones de vulnerabilidad económica.