Semana Santa
El recogimiento y el silencio inundan la Part Alta de Tarragona
La lluvia hizo acto de presencia ayer por la noche en la ciudad, lo que produjo que se hiciera un Viacrucis procesional más íntimo de lo habitual
La lluvia volvió a dar señales de vida en la ciudad ayer por la noche. En respuesta, los tarraconenses buscaron cobijo en sus casas o en establecimientos. Otros, sin embargo, mantuvieron sus planes originales y se dirigieron a la ermita de Sant Magí, donde se celebró la Eucaristía, organizada por la ilustre Confraria de Sant Magí Màrtir de Barcelona; la Asociación La Salle; y la Reial Congregació del Venerat Cos de Jesucrist en el Descendiment de la Creu.
El silencio que se generó en las calles, sobre todo en la Part Alta, a causa del mal tiempo, se trasladó al interior de la ermita. Su puerta, abierta a pesar del ligero frío que entraba dentro del edificio, era una invitación a grandes y pequeños a asistir al servicio. Con todo, la presidenta de la Asociación La Salle, María José Rivas, remarcó que no había tantos fieles como en otros años, sobre todo de parte de resto de cofradías.
Una vez finalizada la Eucaristía, se dio paso a una versión adaptada a la lluvia del Viacrucis procesional. Eso fue la lectura de las 14 estaciones de Cristo en el interior de la ermita, sin desplazar el paso del Crist de les 7 Paraules a causa del reducido espacio. Todo, una ceremonia mucho más tranquila en comparación con otros años, pero que dejó satisfechos a más de un asistente.
Tanto algunos de ellos como Rivas pusieron de manifiesto que el recogimiento y silencio, dos adjetivos que ya de por si caracterizan el viacrucis, estaban más presentes que nunca. «Cuando lo hacemos en la calle suele haber alguna interferencia, pero este año se ha generado un ambiente mucho más íntimo y silencioso», comentaba Rivas.