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Descubren el mecanismo que relaciona una dieta rica en grasas con el Alzhéimer
Los resultados del estudio liderado por la URV explican la relación entre la obesidad, la diabetes tipo 2 y esta enfermedad
Un equipo investigador liderado por la Universitat Rovira i Virgili (URV) ha descubierto el mecanismo que relaciona el hecho de consumir una alimentación rica en grasas saturadas con el Alzhéimer. La investigación se ha centrado en ver como esta dieta afecta unas moléculas que se encuentran en la sangre y otros tejidos como el cerebro, y que actúan como marcadores y reguladores de la enfermedad.
El estudio lo ha liderado la catedrática del Departamento de Bioquímica y Biotecnología Mònica Bulló, del grupo de investigación Nutrición y Salud Metabólica (NuMeH) y del Centro de Tecnología Ambiental, Alimentaria y Toxicológica (TecnATox) de la URV, en colaboración, con el Institut d'Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV), el CIBERobn y la Universitat de Barcelona. Los resultados se han publicado en la revista Nutrients.
La investigación se hizo en un modelo de ratones que desarrolla la enfermedad de Alzhéimer en edad adulta. Estudios previos en estos animales ya habían demostrado que después de seguir una dieta rica en grasas acababan desarrollando la enfermedad mucho tiempo antes que los que tenían una alimentación convencional. Lo que no se conocía eran los mecanismos que desencadenaban el avance de la enfermedad, y ahora se han resuelto.
Para hacerlo, el equipo investigador analizó la expresión de 15 microARNs (miRNAs), pequeñas moléculas de ARN que tienen un papel crucial en la regulación genética, tanto en el plasma como en tejidos cerebrales. Se examinaron los cambios en los microARNs relacionados con la insulina en modelos de ratones con predisposición al Alzhéimer y sin que seguían una dieta alta en grasas, sobre todo de tipo saturado.
Los resultados demostraron que empeoraba su metabolismo después de seguir esta dieta durante seis meses con un incremento significativo del peso corporal y una peor respuesta a la glucosa y a la insulina, que son características similares a la obesidad y la diabetes tipos 2 en personas.
Además, se observó una alteración de varios microARNs tanto en la sangre como en el cerebro. Estos cambios estaban relacionados con procesos que pueden dañar el cerebro, como la acumulación de placas de β-amiloide (unas aglomeraciones de proteína que se forman al cerebro y que sirven de marcadores del Alzhéimer); la producción excesiva de la proteína tau (que, cuando se descontrola, puede dañar las células cerebrales) y la inflamación dentro del cerebro, que también está vinculada con esta enfermedad.
«Los resultados obtenidos en este estudio suponen un avance en el conocimiento del mecanismo que explicaría la relación entre obesidad, la diabetes tipo 2 y el desarrollo del Alzhéimer. Además, ofrecen nuevas dianas para la posible prevención y tratamiento de la enfermedad», apunta la investigadora Mònica Bulló
El estudio no sólo aporta nuevos datos sobre cómo una dieta rica en grasas puede afectar a la salud cerebral sino que también abre la puerta a futuras investigaciones sobre estrategias alimentarias como posible vía para tratar el Alzhéimer. Los resultados subrayan la importancia de una dieta equilibrada para la prevención de enfermedades neurodegenerativas y destacan el potencial de los microARNs como objetivos para intervenciones terapéuticas.