Movilidad
El 75% de la flota de autobuses de la EMT de Tarragona tiene entre dieciséis y veinte años de antigüedad
Una de las prioridades del mandato es renovar los vehículos de la compañía con combustibles descarbonizados
El 75% de la flota de autobuses de la Empresa Municipal de Transporte de Tarragona tiene entre 16 y 20 años de antigüedad. La compañía pública dispone de un total de 75 vehículos, de los que 56 superan los 15 años de vida. De hecho, el Comité de Empresa de la EMT alertó del envejecimiento de la flota en enero pasado en una carta enviada al alcalde Rubén Viñuales y a la presidenta de la compañía, Sonia Orts. «La flota es insuficiente y exige renovación», explicaban los trabajadores, que también mencionaban que los datos se enmarcan «con la Zona de Bajas Emisiones a la vista».
Esta renovación es una de las «grandes prioridades» del gobierno municipal de cara a este mandato, según exponen fuentes de la EMT. En este sentido, este cambio de vehículos se quiere hacer de una forma transformadora, descarbonizando la flota utilizando combustibles renovables. La primera gran apuesta en este sentido se inició con el anterior gobierno municipal, con Esquerra Republicana al frente. Los republicanos quisieron renovar los viejos autobuses con vehículos que utilizaban hidrógeno verde.
En septiembre del 2022, el consejo de administración de la EMT aprobó sacar a licitación un servicio integral de 35 autobuses eléctricos que funcionaban con pila de hidrógeno. El servicio también incluía su mantenimiento y reparación durante 14 años, por un valor de 38 millones de euros. El plan era renovar la flota entre 2023 y 2026. Sin embargo, en el concurso público para encargarse del servicio sólo se presentó una empresa.
Los juzgados fallan en contra
Pero no se pudo resolver la licitación ya que otra empresa impugnó el concurso. El recurso llegó al Tribunal Catalán de Cuentas, que, hace pocas semanas, falló a favor de la compañía que alegó que el pliego de condiciones no era correcto.
Además, en una licitación posterior para incorporar cuatro vehículos impulsados por hidrógeno verde, el concurso tampoco acabó de forma idónea. Al concurso, por un valor de 3,5 millones de euros, sólo se presentó una empresa portuguesa. Después, esta compañía informó al consistorio de que era «imposible» poder prestar a este servicio.
Estudio interno para decidir
Ante este escenario, el gobierno municipal ha decidido no continuar con el proceso y explorar otras vías. «Los 38 millones de euros no se han perdido», apunta Orts. La empresa pública está llevando a cabo un estudio interno que permitirá dirimir qué tipo de combustible renovable es el más adecuado para la flota de autobuses.
Las opciones sobre la mesa son los vehículos híbridos, eléctricos o de biogás, todo y que el pasado diciembre la flota de la EMT sí que incorporó tres nuevos autobuses de hidrógeno verde. El suministro de este gas se encargó a la empresa Carburos Metálicos. Desde la EMT no concretan todavía cuántos vehículos se comprarán para la renovación ni cuándo se hará, aunque explican que el estudio está muy cerca de finalizar. Una vez terminado, el cambio de rumbo se hará efectivo. «El compromiso para la descarbonización de la flota de la EMT es firme», concluye Orts.