Sant Jordi
Los paradistas de Tarragona respiran con la llegada del buen tiempo por Sant Jordi
El mal tiempo dio tregua el martes por la mañana, pero volvió en forma de leve chaparrón por la tarde
Con la primera luz del día, libreros y floristerías empezaron a abrir persianas y preparar sus paradas en la Rambla Nova, sin estar del todo seguros si el mal tiempo les daría un descanso para celebrar la Diada de Sant Jordi de 2024, que por primera vez en tiempo cayó en día laborable.
Un ejemplo de eso fue que ya desde las ocho y las nueve de la mañana, mientras se colocaban los primeros libros, los tarraconenses que se dirigían al trabajo aprovechaban para hacer las primeras compras del día. Así, con el paso de los minutos, las calles se fueron llenando de gentío, desde parejas de jóvenes y abuelos, cogidos de la mano o del brazo, observando con calma cada parada, hasta grupos de alumnos acompañados de sus profesoras, que aprovechaban el día para pasear por las calles y aprender más sobre la leyenda de Sant Jordi.
«Este año los horarios han cambiado», — explicó Andreu Pinyol, de la librería El Soterrani — «El año pasado, cuando cayó en domingo, tuvimos más afluencia hacia el mediodía, pero hoy ya hemos tenido una mañana animada». Desde La Capona coincidieron, y añadieron que el hecho de que sea día laborable obliga a la gente a quedarse en la ciudad, y no marcharse de fin de semana.
Esta librería es uno de los ejemplos de negocios que el día de Sant Jordi apostaron por promocionar escritores locales. Olga Xirinacs o Alfons Cama son alguno de los autores que triunfaron durante la mañana del martes. Con respecto a las temáticas, se destacaron ficción, y libros especializados e infantiles.
Entre paradas de libros, también estaban presentes las floristerías, con un repertorio de rosas de todos los colores: rojo, azul, rosa e incluso representando el Arco Iris. Algunos de los establecimientos, sin embargo, se limitaron a vender las rosas más tradicionales. «Sant Jordi es pasión, amor y ternura, y eso representa el rojo», expresó Estela Vizcarro, de Trilogía Floral Tarragona.
Unas paradas más allá de la suya estaba instalada la floristería Romeu. Su encargada, Dolores Mohedano, remarcó el trabajo que comporta la preparación de las rosas: «Es un proceso muy intenso. Las tienes que preparar como máximo tres días antes para que no se estropeen». Al mismo tiempo, Mohedano destacó que el hecho de ser día laboral también permitió controlar las afluencias de gente, ya que cada uno venía en una franja horaria diferente. «Vamos más relajados», expresó.
Si bien durante el día hizo sol, por la tarde el mal tiempo volvió. Primero en forma de viento, momento en el que los libreros colocaron cordeles por encima de sus libros para evitar que las páginas volaran. Después, sin embargo, llegó la lluvia, y los paradistas ya pasaron a los plásticos protectores. Con todo, después de un leve chaparrón, el buen tiempo volvió a la Rambla Nova.