Los partidos políticos de Tarragona calientan motores para la campaña durante la Diada de Sant Jordi

Con el inicio de la campaña electoral cerca, la presencia política se hizo notar más que nunca durante la celebración de la Diada de Sant Jordi. Los diferentes partidos instalaron sus paradas en la Rambla Nova. Aunque se trata de un hecho habitual, siempre despierta críticas por una parte de la ciudadanía que considera que no tendrían que estar. Este año, sin embargo, las formaciones que se presentan en los comicios del 12 de mayo no se quisieron perder esta multitudinaria cita.

Puestos a ambos lados de la segunda coca de la Rambla, a la altura de la calle Comte de Rius, los representantes políticos charlaban con todos los simpatizantes que se acercaban a sus estands. También atendían y vendían sus propuestas e ideales a algunos ciudadanos indecisos que todavía no han definido su voto. La verdad es que la mayoría de las personas que se acercaban, lo hacían por curiosidad. No para conocer qué defendía cada partido, sino para saber qué regalaban.

Lo que más abundaban eran los globos y los abanicos. Blancos, verdes, amarillos, lilas... los podías encontrar de todos colores. El PP fue uno de los protagonistas de la jornada. Y es que pusieron toda la carne en el asador con la visita de la secretaria general del partido Cuca Gamarra a Tarragona. La diputada hizo un llamamiento a «pasar página del proceso y abordar los problemas que realmente preocupan a los catalanes».

Así, hizo énfasis en los malos resultados del informe PISA y reclamó «una educación alejada de la ideología del sectarismo». Por si no fuera suficiente la presencia de Gamarra, los populares también regalaron unas 2.000 rosas —rojas y no azules. Eso generó controversia, ya que algunos consideraban que los populares estaban perjudicando a las floristerías y asociaciones que venían.

Al lado del PP, estaba la parada de Vox, en la que se podía leer el mensaje «sin miedo a nada ni a nadie». En el estand de la formación ultraderechista no se respiraba tanta tensión como en ediciones pasadas. De hecho, destacaba el gran número de jóvenes —sin edad para votar— que se acercaban. Uno de ellos, se ganó una pulsera con la bandera de España después de chillar «Viva Vox». Uno de los grandes ausentes fue Ciudadanos. En cambio, la CUP sí que montó su parada con libros, aunque quedó apartada en uno de los laterales de la Rambla Nova.

Tradiciones y apuestas originales

El PSC no falló y, como es tradición, volvió a repartir albahaca. Este detalle triunfaba entre el público más mayor. «Los socialistas y la plantita, como siempre», comentaba entre risas una pareja que pasaba por delante. La formación de Salvador Illa, que se encargó de poner la música durante toda la mañana, también repartía globos y caramelos. También lo hacía Junts, que repartía un libro que recoge las dos últimas conferencias de Carles Puigdemont.

ERC fue, seguramente, uno de los más originales, repartiendo tarjetones plantables para hacer crecer tomates y chapas de Sant Jordi. Como el PSC, los republicanos atrajeron a mucho público. No fue así en el caso de Comuns Sumar y de Podemos, que estaban juntos —uno al lado del otro— pero no removidos. Los de Jéssica Albiach pusieron el foco en el «no» al Hard Rock. Los comunes repartían preservativos con los lemas «no te la juegues» y «una apuesta sin sorpresas ni ruletas». Así pues, los partidos aprovecharon la Diada para calentar motores de cara al jueves a la medianoche, cuando se iniciará la campaña.

Te puede interesar: