El gobierno de Tarragona apuesta para que la ciudad crezca por el Vall del Llorito y Mas d'en Sorder

La ciudad de Tarragona no sólo crecerá por Ponent, sino también por Llevant. El nuevo POUM incluye hasta diez planes parciales, entre los que destaca el de Terres Cavades (PP-41). «Recuperamos el proyecto del Vall del Llorito, pero planteando un crecimiento sostenible», apuntaba el alcalde, Rubén Viñuales. Es decir, se ha hecho una propuesta redimensionada con respecto a lo que se contemplaba en el antiguo POUM. 

El gobierno municipal también quiere recuperar el PP-43 de Mas d'en Sorder, con la construcción de viviendas en los terrenos más cercanos al Catllar y la recuperación del hotel.

Este será uno de los puntos más controvertidos durante las negociaciones para la aprobación inicial del documento, ya que hay partidos de la oposición que no lo acaban de ver claro. En el caso de ERC, se oponen a «hacer un barrio que invada la Anella Verda» y advertían que «a futuro podría suponer que un juez tumbara de nuevo el POUM». 

Por otra parte, la propuesta de los socialistas incorpora gran parte de la Budallera en la Anella Verda, convirtiéndola en no urbanizable. Viñuales explicaba, sin embargo, que «se mantiene un pequeño crecimiento por esta zona porque los técnicos decían que era necesario».

Vivienda social

Entre todos los planes de mejora urbana y planes parciales, se prevé la construcción de más de 13.000 viviendas de protección oficial, las cuales se repartirán por toda la ciudad. «Habrá en Ponent y también en Llevant», apuntaba el consejero de Territorio, Nacho Garcia, quien añadía que «cuando se concentran en un barrio, se crean guetos».

El alcalde, por su parte, apuntaba que el nuevo POUM quiere que «la calidad de vida de todos sea la óptima» y que está pensado para una Tarragona de unos 180.000 habitantes. Por otra parte, confesaba que «probablemente, será el último POUM de crecimiento que tendrá la ciudad».

El POUM prevé construir en una parte de la Horta Gran para unir centro y Ponent

Conseguir la cohesión entre el centro de Tarragona y los barrios de Ponent es uno de los principales ejes de la propuesta de POUM que presentó ayer el gobierno municipal. Esta unión se conseguirá a través de la Horta Gran, que aunque se preservará como una gran zona verde, se reservará una pequeña parcela como suelo urbanizable.

Así, se construirá un nuevo barrio entre la N-340 y la T-11, que se alargará hasta Icomar. Sin embargo, el nuevo barrio tecnológico que se prevé construir en el polígono industrial Francolí, también servirá para romper la barrera «física y psicológica» que supone el río Francolí, apuntaba ayer el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales. De hecho, se quieren crear varios puentes que unirán una banda con la otra.

El consejero de Territorio, Nacho García, señalaba el desequilibrio económico que existe entre Ponent y el resto de la ciudad. «La renta per cápita es muy baja», señalaba el edil. Según los datos municipales, es inferior a los 10.000 euros. Así, el alcalde defendía la urbanización entre el centro y Ponent supondrá sólo una mejora urbanística, sino también social. De hecho, el gobierno también propone la construcción de la futura estación de trenes en la Horta Gran, tocando a la A-27.

En el POUM del 2013 se incluyó un Plan Parcial del Horta Gran (PP-46), el cual consideraba urbanizar casi toda su superficie. «Lo que planteamos ahora es un proyecto nuevo, ya que antes no se hablaba de unir centro y Ponent», afirmaba García, quien indicaba que «no se preveía una gran zona verde». En la propuesta del nuevo POUM, en cambio, se protege la mayor parte del terreno de la Horta Gran como suelo no urbanizable, apostando por convertirla en un parque agrario. En este sentido, Viñuales remarcaba que la Horta Gran, con la Tabacalera y el parque fluvial del Francolí, «marcarán la nueva centralidad de Tarragona».

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