Entrevista
Jordi Bertran: «La figura de Puigdemont fue primordial para mi decisión. Tendrá un papel clave en la historia de Cataluña»
Bertran se presenta como número 2 por Tarragona en la lista de Junts+Puigdemont per Catalunya
Después de casi cuatro décadas trabajando en la gestión cultural da el paso a la política. ¿Por qué ahora?
«Yo no he militado nunca en ningún partido ni me he presentado a ninguna lista. Pero la propuesta me ha llegado en un momento en el que cumplía los requisitos que se buscaban. Un perfil más técnico del mundo de la cultura, donde llevo mucho tiempo involucrado, y que fuera independiente».
¿Fue difícil tomar la decisión?
«El partido me lo propuso en Semana Santa, tampoco tuve mucho tiempo. Hablé con la familia. Aquí, mis hijos fueron muy importantes porque me animaron a dar el paso».
¿Por qué ha escogido la candidatura de Junts+Puigdemont per Catalunya?
«Me motivó que se pensara en la ciudad de Tarragona. Yo siempre la he defendido, de una forma abierta, con la idea de trabajar con todo el mundo. Por otra parte, también estoy de acuerdo con uno de los ejes de la candidatura: el reequilibrio territorial. Las comarcas tarraconenses creo que nos merecemos tener un papel destacado en el conjunto del país. Hay un desequilibrio territorial muy importante en Cataluña que se tiene que revertir».
¿Qué rol jugó que encabece la lista Puigdemont?
«La figura y el liderazgo del presidente Puigdemont para mi decisión fue primordial. A mí siempre me ha parecido una situación injusta. Estamos ante un momento importante. Creo que su situación personal ha dado una visibilidad a Cataluña como país, que todavía no somos conscientes. Tendrá un papel clave en la historia de Cataluña. Además, Puigdemont genera entusiasmo y rompe con una desafección política, que yo también he vivido».
Hará tándem con Mònica Sales, la número 1 de la candidatura en Tarragona.
«Sí, es una mujer que hace mucho tiempo que escucha y trabaja para el territorio. También, creo que ya es una declaración de intenciones que la lista esté encabezada por un territorio maltratado como las Terres de l'Ebre. Creo que eso es indiscutible. Tarragona está bien representada en la candidatura».
Retos culturales
¿Qué cree que puede aportar a la candidatura?
«Creo que puedo aportar mi experiencia en la gestión cultural. Sobre todo porque he visto qué maneras de trabajar e iniciativas funcionan. Se tiene que cambiar la idea de que hay unos señores que hacen y deciden cómo tiene que ser una programación de un festival o teatro y que, esta programación, se entrega a la ciudadanía. Eso ha funcionado durante muchos años, pero ahora ya no. Tiene que ser mucha más gente, con visiones diferentes, quien tome las decisiones, escuchando a la ciudadanía».
Uno de los principales retos del mundo cultural es atraer al público joven, al público del futuro.
«Sí, aunque hay medias verdades en este tema. Se sostiene que los jóvenes no participan en las iniciativas. Pero sí que lo hacen en aquellas que más les interesan, como pueden ser los conciertos. Sin embargo, es verdad que otros sectores como las artes escénicas no les interesan tanto. Al final, lo que tenemos que hacer es empoderar a los jóvenes y que también sean actores culturales».
La situación del catalán está en constante debate. ¿Cultura y lengua van del brazo?
«Totalmente. La lengua es otro eje principal de la candidatura. El nº. 1 y el nº. 2 somos licenciados en filología catalana, un signo inequívoco. Por el catalán se ha hecho mucho trabajo, pero se tiene que continuar. Es evidente que en el mundo digital la presencia de nuestra lengua no es suficiente. Y que con algunas administraciones el uso del catalán no está normalizado».
¿Y en el sector cultural?
«Cataluña tiene una serie de mercados estratégicos de espectáculos por todo el territorio, como puede ser la Fira Trapezi en Reus. Estos mercados históricamente, desde la defensa de la cultura y la lengua catalana, se han interrelacionado con otros espectáculos de todo el mundo. Y han surgido productos mucho más ricos y exitosos. Eso muestra que con la lengua tenemos que tener una mirada internacional».