Municipal
El entorno del Francolí tendrá 910 plazas naranja para facilitar el aparcamiento a trabajadores y pacientes del Joan XXIII
El Ayuntamiento de Tarragona ha recogido las demandas ciudadanas en un nuevo decreto de zona regulada de aparcamiento, por lo que la Vall de l'Arrabassada queda fuera de la ZR
La consejera de Movilidad y Transportes del Ayuntamiento de Tarragona, Sonia Orts, ha anunciado que este lunes «después de un proceso de escucha activa con todos los sectores implicados», ha firmado «un nuevo decreto de zona regulada de aparcamiento que recoge las demandas ciudadanas, tanto vecinales como de colectivos de trabajadores y autónomos, en el texto que tiene que regular las zonas de aparcamiento en Tarragona».
Este nuevo decreto revoca el firmado el pasado 27 de noviembre de 2023, que partía de la necesidad de adaptar la normativa a los trabajos de diagnosis del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), que había indicado que en los estacionamientos regulados existentes se da una saturación muy elevada combinada con una muy baja rotación.
Esta situación perjudicaba seriamente tanto residentes como comerciantes por una falta de disponibilidad de estacionamiento, por lo que la creación de nuevos sectores de aparcamiento regulado era la medida correctora. El decreto de noviembre, además, respondía a la necesidad de adaptar la zona regulada a la zona de bajas emisiones (ZBE), que entrará en vigor en 2025.
La diagnosis del PMUS había detectado saturación de estacionamiento en ciertas zonas perimetrales en los sectores regulados actuales como consecuencia del desarrollo urbanístico del PP2 (en torno al hospital Joan XXIII y Parque del Francolí), por el efecto desplazamiento en las zonas no reguladas (zona Tarragona 2) y, en menor medida, por el crecimiento poblacional y comercial (caso de la Vall de l'Arrabassada). La misma diagnosis recogía las demandas vecinales para adoptar medidas que redujeran el efecto negativo sobre el estacionamiento de los residentes.
Una vez implantado el decreto de noviembre, según explica Sonia Orts, «se han detectado posibilidades de mejora a raíz de las conversaciones mantenidas con todos los sectores afectados, por lo que el nuevo decreto recoge una serie de cambios significativos fruto de este proceso de diálogo».
Entre las nuevas medidas adoptadas, destaca la transformación de 390 plazas de zona verde del entorno del Francolí en zona naranja por facilitar el aparcamiento a trabajadores del hospital Joan XXIII mientras la Generalitat construye un nuevo aparcamiento en el hospital. Esta medida materializa el ofrecimiento del Ayuntamiento a Catsalut y la iniciativa parlamentaria para obtener el compromiso de la Generalitat con la construcción del nuevo aparcamiento.
Estas plazas, junto con las 388 del aparcamiento disuasivo de Guillem Oliver y 132 nuevas plazas que pasarán de no reguladas en naranja en el parque del Francolí (al lado de la A-7 y la Escola Natura), suman una oferta total al Sector del Francolí de 910 plazas naranjas, 522 más que las existentes en la actualidad.
También tiene especial peso la medida por la que la zona verde prevista en la zona de la Vall de l'Arrabassada se paraliza después de constatar con comerciantes y trabajadores del CAP de la Vall de l'Arrabassada la necesidad de mantener este sector fuera de la zona regulada por la menor saturación detectada.
Aparte de los cambios, el nuevo decreto mantiene la redefinición de los sectores que se hizo en el decreto de noviembre para adaptarlos al perímetro de la zona de bajas emisiones (ZBE).
Otras medidas
Con motivo de la entrada en vigor de nuevas zonas reguladas en Joan XXIII y Tarragona 2, el Ayuntamiento impulsó el pasado mes de febrero medidas para responder a las demandas para facilitar el aparcamiento a trabajadores y autónomos residentes en la zona regulada. En concreto, como primera medida, se firmó un decreto por el que los residentes en la zona regulada podían permutar el sector por motivos de trabajo y dar de alta vehículos de renting o de empresa.
A partir de la aplicación de este último decreto, Orts explica que «se seguirá haciendo un análisis del funcionamiento de la nueva zona regulada para que se dé respuesta tanto a las necesidades detectadas por el PMUS como las surgidas por la implantación de la ZBE, además de las que expresen vecinos, trabajadores y diferentes sectores afectados».
Con este objetivo, entrarán en estudio nuevas medidas como la creación de una zona regulada a la Mora reclamada por los vecinos o la introducción, vía ordenanza, de medidas que faciliten el aparcamiento a médicos que hacen visitas a domicilio y en los equipos y personal de diferentes servicios sociales que prestan ayuda a domicilio.
Según manifiesta la consejera de Movilidad del Ayuntamiento, «con la finalidad de hacer compatible la movilidad sostenible y los objetivos de reducción de emisiones con la vida cotidiana y la actividad económica de los tarraconenses».