Sociedad
El río Ebro, protagonista del tercer debate de 'Las Semanas del agua' del Port de Tarragona
El debate se llevó a cabo el pasado viernes en el Tinglado 1 del Moll de Costa
El río Ebro centró el tercer debate de la primera edición de Las Semanas del agua PortTarragona, este viernes 26 de abril, en el Tinglado 1 del Moll de Costa.
El río Ebro es uno de los ríos más importantes de la península Ibérica y su caudal es vital para la agricultura, la industria y el abastecimiento de agua potable en muchas regiones. Durante el debate, se puso de manifiesto la necesidad de buscar fuentes alternativas de abastecimiento para liberar de presión y consumos el río Ebro en un contexto de sequía y emergencia climática.
Narcís Prat y Carles Ibáñez pusieron encima de la mesa datos científicos que evidencian que el caudal que llega al tramo final del río Ebro es del todo insuficiente. Para los dos no tiene ningún sentido plantear la interconexión de la red del mini trasvase del Ebro a Tarragona, gestionada por el Consorci d'Aigües de Tarragona (CAT), con el sistema Ter-Llobregat (ATLL). Todo lo contrario, plantean la necesidad de reducir los consumos y la dependencia del Camp de Tarragona con el río Ebro.
Su visión tuvo el contrapunto durante casi todo el debate con el posicionamiento defendido por Albert Vilalta, miembro destacado del grupo promotor del ́Observatorio Intercolegial del agua, grupo que trabaja para encontrar soluciones en torno a la sequía estructural actual.
Para Vilalta, mientras no se puedan construir nuevas desaladoras y no incrementar el agua regenerada en el área metropolitana de Barcelona, la interconexión de redes tiene que ser una solución provisional para poder abastecer toda esta parte centro y norte del país si persiste la sequía.
Vilalta lo planteó como una respuesta a la crisis, reversible en unos cuatro años, hasta que ya haya más agua desalada y regenerada de las depuradoras.
Prado e Ibáñez insistieron, ante esta reclamación, que se tiene que cambiar de modelo y no pensar en soluciones a corto plazo, en que hace falta un cambio en el modelo de gestión del río Ebro y de las redes de abastecimiento. También en otros ríos y sistemas, como el Ter, en el área de Girona y Barcelona. Por Prat hay que pensar en la gestión hidrológica de forma local y no a través de trasvases de agua entre cuencas.
Durante el debate se puso de manifiesto que la sequía también representa graves peligros para el río Ebro y sus regiones adyacentes. Cuando los niveles de agua descienden significativamente, la capacidad de riego disminuye, afectando negativamente a la producción agrícola y poniendo en riesgo los empleos asociados con esta industria.
Además, la falta de agua puede llevar a problemas de calidad, como el aumento de la salinidad. El debate giró también en torno al Delta del Ebro. Hubo consenso en este sentido: es fundamental implementar estrategias de gestión sostenible para proteger el Ebro y garantizar su capacidad de soportar periodos de sequía sin consecuencias catastróficas. La movilización de los sedimentos, retenidos ahora en los grandes embalses, es la solución estructural que reivindicaron Prat e Ibáñez.
Al finalizar, la compañía tarraconense Scènic Dansa, de Elisabet Esporrín, volvió a representar el espectáculo de danza bajo el título El so de l'aigua amb la dansa, un espectáculo ideado e inspirado en el agua y creado por el bailarín Lluís Ortega.