Sociedad
Los estudiantes de la URV, indignados por el aumento de los precios en los bares y cafeterías de los campus universitarios
Desde la universidad descartan la posibilidad de reducir los precios, ya que sería «inviable»
Es la una del mediodía en el Campus Catalunya, y los estudiantes de la URV aprovechan sus momentos libres entre clase y clase para comer bajo el sol o tomar algo al final de su jornada lectiva. Cristina y sus compañeros, que son alumnos de segundo curso de Filología Hispánica, hacen cola delante de uno de los microondas situados en el exterior de la cafetería mientras comparten sus miedos de cara a los exámenes finales.
Tanto ella como su grupo llevan fiambreras. «Pasamos muchos días y muchas horas aquí, y el coste del menú es bastante caro para pagarlo de forma diaria. El año pasado solíamos coger un combo de estos típicos que incluye una hamburguesa, patatas... Pero hemos notado cómo el precio ha ido subiendo y al final hemos optado por traer nuestra comida de casa», explica.
Júlia, que cursa segundo del grado de Inglés, ha tomado la misma decisión. «Antes, cuando tenía hambre me compraba alguna cosa, pero ahora un bocadillo diminuto puede llegar a costar más de tres euros. Me parece una vergüenza», manifiesta. «Ahora me tengo que preparar la comida en casa, y claro, me tengo que levantar todavía más pronto, o me lo tengo que hacer el día anterior por la noche», explica.
Tanto ella como muchos otros alumnos opinan que los precios son demasiado elevados y no se adaptan a la situación económica de los estudiantes universitarios. «La mayoría de nosotros no trabajamos o lo hacemos a tiempo parcial. Entonces nos están obligando indirectamente a consumir menos. Es bastante indignante», explica Sofía, que estudia quinto del doble grado de Derecho y Relaciones Laborales.
«Hace cinco años que estoy aquí ya, y un doble grado implica pasar muchas horas en la universidad, lo que te obliga a hacer varias comidas en el campus. Por lo tanto, tanto yo como mis compañeros hemos notado este incremento desmesurado de los precios», explica.
Una problemática recurrente
Estos precios llevan siendo sujeto de quejas durante años. De hecho, en el año 2019, el Grupo Soteras, que gestiona los servicios de restauración en los Campus Catalunya, Sescelades y Bellissens, redujo los precios un 10% después de llegar a un acuerdo con el equipo de gobierno de la universidad, motivado por las demandas de los estudiantes.
Esta rebaja situó los precios de la URV por debajo de la media del resto de universidades públicas. No obstante, los precios han ido aumentando gradualmente desde entonces. Actualmente, un menú entero con bebida cuesta 8,40 €, mientras que un bocadillo frío puede llegar a costar 3,40 € y uno caliente 4,95 €.
Unos precios condicionados por el IPC
«Entendemos a los alumnos, pero desgraciadamente no podemos obviar este índice porque no saldrá a cuenta a los concesionarios», afirma. También descarta una futura reducción de los precios. «La situación de 2019 fue extraordinaria y excepcional. Actualmente es inviable», concluye.