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Desarticulada en Tarragona una banda que robava en domicilios y establecimientos comerciales

Se han detenido a todos los integrantes del grupo y se han esclarecido más de 60 de robos en viviendas, establecimientos comerciales y casinos

La banda actuava al llarg del territori nacional i al sud de França.

La banda actuaba a lo largo del territorio nacional y en el sur de Francia.Guàrdia Civil

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La Guardia Civil, en el marco de la operación Carbig, ha detenido en la provincia de Tarragona a los 15 integrantes de un grupo organizado especializado en robos con fuerza en el interior de viviendas, establecimientos comerciales del sector servicios y casinos.

Esta operación coordinada por la Unidad Técnica de Policía Judicial y desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Lugo en colaboración con la O.C.L.D.I. de la Gendarmería Francesa en Toulouse (Francia) se ha saldado con el esclarecimiento de más de 50 robos cometidos en todo el territorio nacional y de una docena en casinos del sur de Francia.

La banda robava a domicilis, establiments comercials i casinos.

La banda robaba en domicilios, establecimientos comerciales y casinos.Guàrdia Civil

La operación se inició a principios del pasado año, tras tener conocimiento de cinco robos cometidos en diferentes localidades de la provincia de Lugo.

A raíz de estos ilícitos se inicia una investigación para dar con el paradero de los presuntos autores, recopilando información y datos durante varios meses que pudieran ayudar al esclarecimiento, consiguiendo ubicar en la provincia de Tarragona a los principales componentes de este grupo criminal, todos ellos originarios de países del este.

Esta banda supuestamente ha cometido numerosos hechos delictivos en varias provincias españolas a lo largo del pasado año (Tudela, Fraga, Alcazar de San Juan, Carlet, Orihuela, Aracena, Feria, Olivenza, Illescas, León, Corrales de Buelna, Binefar, Almazán, Monforte de Lemos) y robos en viviendas de la provincia de Barcelona , concretamente en las localidades de Bonesvalls, Bages, Collbató y Sant Salvador de Guardiola, entre otras, así como una docena de robos con fuerza en casinos situados en el sur de Francia.

Actuaban como un comando itinerante, realizando viajes de tres o cuatro días de duración, cambiando de localidad continuamente en busca de nuevos objetivos, y sin apenas descansar hasta regresar a Tarragona o a Madrid, localidades donde habían instalado su cuartel general y desde donde habían establecido sus zonas de descanso y planificación de nuevos golpes.

Se trata de un grupo muy violento, equipado con herramientas contundentes que le permitían forzar puertas, ventanas y practicar butrones en pocos segundos. Actuaban siempre de madrugada, y durante el día efectuaban un reconocimiento de la zona comprobando las posibles vías de acceso y escape. A su vez, los investigadores consideran que hacían uso de las nuevas tecnologías seleccionando objetivos de interés, buscando mayoritariamente un determinado tipo de establecimientos donde suponían que podían encontrar elevadas cantidades de dinero en efectivo.

Uno de sus objetivos preferidos eran las casas de apuestas y salones de juegos, llegando a sustraer en un solo robo más de 30.000 euros, actuaron en establecimientos de este tipo en las localidades de Tomiño (Pontevedra), en Valverde de la Virgen (León) o en Campo de Criptana (Ciudad Real), optando asimismo por establecimientos de productos cárnicos, farmacias o locales de hostelería.

Durante la fase final de la investigación se centraban en robos en interior de casas y chalets habitados, en su mayoría ubicados en la comunidad autónoma catalana, aprovechando que los moradores dormían, accedían a las viviendas para sustraer herramientas destinadas al mantenimiento del jardín, maquinaria y objetos susceptibles de darles una rápida salida en el mercado negro. 

La mayor parte del material sustraído era distribuido al día siguiente entre los integrantes de la organización, los cuales se encargaban de ocultarlo en «guarderías» situadas en Sant Pere i Sant Pau (Tarragona) para posteriormente venderlo a terceros (propietarios de pequeñas empresas de jardinería, hormigón impreso, mantenimiento).

Actuaban ocultado el rostro con capucha, gorro y pasamontañas, al mismo tiempo que portaban guantes y tomaban todas las medidas de seguridad posibles.

Uno de los métodos utilizados consistía en sustraer un vehículo al cometer el primer robo, y durante toda la noche hacer uso del mismo para cometer nuevos delitos, evitando así que se pudiera detectar el coche que utilizaban para sus traslados. Se trataba de un grupo bien organizado, donde cada integrante tiene un rol específico, mientras uno realizaba funciones de vigilancia en las inmediaciones, otro conseguía sustraer un vehículo, al mismo tiempo que los demás se encargaban de forzar los elementos de acceso, llegando a realizar butrones en algunos casos, e inutilizar los sistemas de alarma para conseguir sus objetivos.

También se ha detectado el uso de tácticas militares para evitar ser descubiertos, alguna de ellas consistía en trasladarse lentamente por el suelo reptando y así evitar ser detectados por los sistemas de alarma.

Los desplazamientos al lugar se realizaban siempre a última hora de la tarde, regresando a primera hora de la mañana, evitando así ser identificados en posibles controles policiales que pudieran activarse durante la madrugada, al mismo tiempo que pasarían más desapercibidos al tratarse de horas en las que cualquier persona acude al trabajo o finaliza su jornada laboral, momento en que existe gran afluencia de vehículos en las carreteras.

La mayor parte de la actividad operativa se ha llevado a cabo en las provincias de Tarragona, Barcelona, Madrid, Alicante y Lugo, siendo en las localidades de la Pobla de Mafumet, Puigdelfí y Sant Pere i Sant Pau (Tarragona) donde se procede a la detención de los miembros de este grupo, como autores de los delitos de pertenencia a grupo Criminal, imputación de más de medio centenar de robos con fuerza en domicilios y establecimientos del sector servicios, delitos de hurto de uso de vehículo a motor y delitos de receptación. 

La cantidad de dinero en efectivo y material sustraído, así como los daños causados en viviendas y establecimientos podría alcanzar los 400.000 euros, todo ello sin contar con los hechos que han cometido en territorio francés los cuales serán imputados por las autoridades de este país.

En los registros domiciliarios se han localizado gran cantidad de material que se había sustraído en la zona de Cataluña, haciéndose entrega de dichos efectos a sus legítimos propietarios.

La investigación estuvo dirigida por el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº 1 de Sarria (Lugo) y por las autoridades francesas a través del Tribunal de Justicia de Burdeos, todo ello coordinado por EUROJUST y con el apoyo de EUROPOL, al mismo tiempo que se ha intercambiado información con los Mossos d’Esquadra en relación a los hechos cometidos en Cataluña.

La investigación continúa abierta, no descartando más detenciones en fechas próximas.

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