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Elecciones 12-M

El 1x1 de los candidatos en el debate electoral de Diari Més y TAC12

Los cabezas de lista hablaron sobre los malos resultados educativos, la gestión del transporte público, las dificultades del acceso a la vivienda y la inseguridad en el debate electoral

Imagen durante el debate de Diari Més y TAC12.Gerard Marti Roig

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El cabeza de lista del PP por Tarragona, el ex-ciudadano Pere Lluís Huguet, no estuvo ayer en la etapa reina de la agotadora carrera del candidato tarraconense al Parlament. Si hubiera sacado un solo diputado ahora hace tres años...habría estado, a pesar del cambio de camisa. Ahora bien, que tampoco le convienen mucho al concejal de Salou estos sidrals, vistas las caras de los candidatos, extenuados mayoritariamente después de una campaña con más del doble -y del triple- de actos que de días. Alguien tiene que parar eso, o empezarán a pedir pluses por horas extras.

Huguet probablemente habría pasado completamente de debatir con ERC, Junts, la CUP o los Comuns, y se habría centrado en VOX, que es con quien verdaderamente se juega el puesto -y la cuarta o la quinta posición en el Parlament, según las encuestas, un detalle en que los resultados de Tarragona pueden ser determinantes. Con tantos oradores, un debate deja poco tiempo para cada uno, y conviene afinar el mensaje.

Pero, sobre todo, sobre todo, conviene acertar la elección del rival. El del PSC es ERC. El de ERC es Junts. El de Junts, ERC. El de VOX, todo el arco catalán, incluido el PSC por simpatía. Entre los tres partidos mayoritarios la cosa fue como aquel chiste del dentista y el paciente: vamos a jugar sin hacernos daño de verdad. Es evidente, no sea el caso que nos tengamos que sentar en una mesa a partir del día 13 para negociar un gobierno.

Un debate a siete no será nunca un debate fluido, pero el de ayer, como mínimo, se dejó escuchar. Seguramente en buena medida por el talante de casi todos los asistentes, y sus circunstancias y perspectivas personales, que también juegan, y mucho, en como de sucio acaba siendo el fango. Sin embargo, hay esperanza: Saladié y Alonso coincidieron al escogerse para ir a tomar una copa. El resto de jugadores optaron por el manual y prefirieron a sus probables futuros socios parlamentarios.

Raquel Sans.

Raquel Sans: Guerrera

Se llama Guerra de segundo apellido, y esta broma no se la habrán hecho nunca ;). Sans es periodista y tiene los codos pelados como portavoz. Fue la que más insistentemente conjugó el verbo debatir, sobre todo con quién se juega los escaños. «Ni Junts ni PSC priorizan la vivienda», dijo. Vestida de rojo segoncinturonià -a ver si hay suerte y enredo a algún despistado- fue la única, lógicamente, en defender la acción de gobierno. «¿Cree que inversiones como Lotte vienen sin embajadas?» le lanzó a Vox. Resonó con fuerza un ramalazo de tarragonismo: «Aquello que no queremos para Girona tampoco lo queremos para Tarragona». «La política es priorizar, y los recursos son finitos». Malos tiempos para vender trabajo hecho.

Rosa Maria Ibarra

Rosa Maria Ibarra: Amarrategui

Lo tiene todo de cara para quedar en primer lugar en la demarcación de Tarragona. Y lo sabe. Rosa Maria Ibarra jugó ayer a no perder, a contemporizar y a dejar pasar sin hacer demasiados aspavientos un tiempo que le va de cara. «Ha sido una década perdida», dijo, sin hacer sangre. Dirigiéndose casi siempre a ERC, abanderó los agravios tarraconenses con la misma fuerza que habría hecho el convergente Joan Miquel Nadal hace 20 años. Nuevos hospitales en Tortosa y Valls, nueva facultad de Medicina en Reus y... ¡la independencia! Pero no la de Cataluña, sino la de los Servicios Territoriales de de Educación que, para Ibarra, tendrían que tener autonomía respecto Barcelona. «ERC y Junts han agotado su proyecto», resumió. Ibarra pide paso.

Mònica Sales.

Mònica Sales: Blanca

Humor blanco es aquel que no hace sangre y apto para todas las edades, y de guante blanco son los ladrones que se hacen con el botín sin derramar sangre. Mònica Sales, vestida de blanco, no lindó con el PSC ni con ERC, porque las opciones de que los de Puigdemont se sienten en el nuevo Consejo Ejecutivo pasan por estos dos partidos. «Sorprende que el PSC pida más recursos», dijo. Se esforzó por aterrizar el debate a temáticas locales. «Hace falta algún órgano de gobierno [para el área metropolitana], pero que funcione mejor que la gestión de los fondos nucleares». Aseguró que se presenta para «sacudir el sur» de un país que tiene «mucho potencial». «Esto va de Illa o Puigdemont, entre sucursalismo y sentido de Estado», resumió.

Sergio Macián.

Sergio Macián: Irrelevante

Hubo un tiempo en que se decía que si el PSC presentara como candidato una alpargata, ganaría igual. Al candidato de VOX le pasa lo mismo: es un voto por militancia de un fuerte componente ideológico, poco conocido incluso entre los suyos. Sergio Macián fue el candidato que se situó mentalmente más lejos de la política territorial. Desde Tarragona, de hecho, dijo que hay que potenciar ‘el puerto de Barcelona’ y, aunque tuvo ocasiones, no enmendó su error. Sí que se esforzó en no olvidar ninguno de los grandes ‘hits’ de la ultraderecha: inmigración es delincuencia, adoctrinamiento en las aulas e impuestos que sólo sirven para embajadas. Ni un tema local. Quizás es esta la razón para que no inviten a VOX a determinados debates.

Sergi Saladié.

Sergi Saladié: Veterano

El de Vandellòs ha pasado por docenas de platós, y se nota. Si sabes que hablarán de vivienda, prepárate cuántas viviendas vacías hay en la demarcación (90.000, un 16% del total) y en tu municipio (un 20%). El cupaire se sacó del sombrero algunos golpes efectistas, que no ligan del todo con un tono de clase magistral de aquellas más bien aburridas: obligó al resto a hablar del campesinado al ser el primero en solidarizarse con la protesta de ayer; se enfrentó con VOX por la inmigración y sorprendió llamando a la concordia para proponer soluciones en la Sanidad porque «el análisis lo compartimos todos». Sorprendió menos recuperando algunos clásicos, como «somos los que paramos el cementerio nuclear y ahora pararemos el Hard Rock».

Matías Alonso.

Matías Alonso: Estoico

El hombre de orden, el candidato que pronunció más veces la palabra ‘ley’, recordó a Emiliano Zapata, autor de la frase ‘prefiero morir de pie que vivir arrodillado’, a menudo mal atribuida al Che Guevara. O quizás a un capitán que, estoicamente -y también irónica- resiste mientras se hunde el barco. Alonso aguantó el debate con dignidad, pero sus seguidores echaron de menos los éxitos que catapultaron a los naranjas. Un sencillo ‘acabaremos con el proceso’, otro ‘estamos donde siempre hemos estado’ y una tibia alusión a los millones malgastados por la Generalitat en cuestiones identitarias fue de lo más destacado de un político que ve cómo su tiempo se ha acabado. Igual que el Tren-tram que mencionó. Ahora, se llama Tramcamp.

Yolanda López.

Yolanda López: Sola

Ningún candidato le hizo demasiado caso a la líder tarraconense de los Comuns, que se esforzó durante las dos horas por llamar la atención del resto. «Aprobar los presupuestos era su problema, no el nuestro» le lanzó a Raquel Sans. A Mónica Sales le reprochó que «creo que Junts son los que han estado más en el gobierno». Y a VOX, PP, C's y PSC que estén votando en Europa tratados de libre comercio que perjudican a nuestro campesinado. Pero nada. Grillos en la oscuridad. Quizás nadie se atrevía con su caótica alternancia entre catalán y castellano, que a veces parece buscada y a veces no. «Tendríais que estar a las 6:30 en la estación conmigo para ver el drama del transporte», dijo en tono provocador. Pero nada, silencio.

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