El Ayuntamiento de Tarragona crea una comisión para reformular la tasa de la basura

El Ayuntamiento de Tarragona ha empezado a trabajar en la reformulación de la tasa de la basura. El consistorio ha creado una comisión, de la cual forman parte todos los grupos municipales, para definir la futura ordenanza y dar respuesta al artículo 11.3 de la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular.

Esta obliga a las entidades locales a establecer, el año 2025, una tasa que sea específica, diferenciada y no deficitaria. Además, tiene que poder implantar el sistema de pago por generación de residuos, para que aquellos que contaminen más paguen un importe más alto.

Aparte, el gobierno municipal propone que el impuesto pase a ser progresivo y que se apliquen bonificaciones para reciclar correctamente. Así, el ejecutivo responde a la demanda que hizo En Comú Podem durante las negociaciones para la modificación de las ordenanzas fiscales, que preveía el incremento del 12% de la tasa de la basura.

En aquel momento, el PSC y ECP cerraron un acuerdo y los socialistas se comprometieron, a petición de los comunes, a crear una tarifa social para la tasa de basura —que ha sido solicitada por 128 familias—, así como constituir una comisión por reformular, con «perspectiva social», este tributo. Esta, ya ha empezado a caminar y se prevé que se reúna al menos una vez al mes.

«Hemos dado continuidad a un reclamo que ya hicimos el anterior mandato», explica el vicepresidente de la comisión y portavoz de ECP, Jordi Collado, quién ve necesario «redistribuir» la carga impositiva con un sistema más equitativo.

En este sentido, reclama que «la transición ecológica tiene que ser justa». Así, considera que la tasa «tiene que ser progresiva y adaptada a la capacidad económica de cada uno».

En este sentido, el gobierno municipal ha presentado una propuesta a los grupos de la oposición que contempla una cuota con una parte fija que esté dividida en tramos segundos indicadores objetivos, como podría ser el valor catastral de cada vivienda.

Aparte, habría una parte variable, que incluiría bonificaciones para tirar la basura en el contenedor que toca, y el pago por generación de residuos. En definitiva, se quiere castigar a quien contamina más, mientras se incentiva el reciclaje.

Con respecto a la tasa comercial, la parte fija ya no se basaría en la superficie del local, sino en la actividad económica de cada negocio, ya que unos generan más basura que otros.

La comisión prevé tener terminado en junio un primer borrador de la nueva ordenanza, que tendrá que dar cumplimiento a la exigencia de cubrir el coste del servicio de limpieza con la recaudación de la tasa. El objetivo es aprobarla inicialmente en octubre y que entre en vigor el 1 de enero del 2025.

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