Tarraco Viva
Un viaje al pasado a través de la gastronomía
Anoche un centenar comensales pudieron disfrutar de un banquete romano al Anfiteatro
Estudiar la historia, visitar museos, pasear por las calles y ver los monumentos más emblemáticos de una ciudad está muy bien, pero muchos opinan que la mejor manera de conocer una cultura es probar su gastronomía.
Es por eso que anoche el Anfiteatro se convirtió en el escenario del espectáculo gastronómico Convivium, una muestra que permitió a los comensales descubrir los orígenes de la cocina del antiguo Mediterráneo y adentrarse en la cultura gastronómica de los romanos, conociendo así sus costumbres, técnicas y protocolos culinarios.
Convivium es una palabra procedente del latín, y significa banquete, que es exactamente el que se les presentó a los asistentes. Tres restaurantes, una pastelería, un horno y cinco bodegas tarraconenses fueron los encargados de ofrecer un menú degustación compuesto por 13 propuestas que reinterpretan, haciendo uso tanto de técnicas actuales como de ancestrales, los sabores, las texturas y los aromas de la época romana.
La experiencia arrancó con las propuestas de El Terrat: by Quach, que consistieron en una cazoleta de miel y naranja con apio, pera y trufa de verano, seguido de una Iscia de champiñones, y un Bonito marinado con colatura de gàrum y espuma de lentejas. Por parte del Seasons, los comensales pudieron probar una Ostra ensortijada del delta con oenogarum de vino tinto y Sepia en pulmentum.
«La temática de esta edición del Tarraco Viva es El Mediterráneo a la antigüedad, y queríamos que nuestros platos fueran en línea con este motivo. La ostra es un producto muy mediterráneo, y también lo es la manera en la cual prepararemos la sepia, con hierbas frescas y especias de la zona», afirma Xavi Fernàndez, chef del restaurante.
A continuación, La Xarxa Restaurant presentó un plato de Ciervo guisado en sus zumos con peras al vino y crema de puerros, así como una Caballa marinada en gàrum, garbanzos texturados en orégano y escabeche de zanahoria.
El chef nómada Joseba Cruz, que fue invitado a participar en la muestra de este año, ofreció una Pelota de jabalí y cerdo con salsa de carne y ciruelas, también una sardina ahumada con crema de leche, romaní e hinojo salvaje y flores.
Los comensales también tuvieron la oportunidad de probar un pan artesanal, elaborado por el Forn de Nulles, y de acabar la noche de la manera más dulce de mano de la pastelería Velvet, con un flan de queso con miel y albaricoques confitados y un bunyolet de calabaza sazonado. Pallarades celler, Mas Vicenç seller, Vinyes de l’Albà, Adernats Vinícola Nulles y Vinyes del Tiet Pere fueron los encargados de poner el maridaje.
La actividad fue organizada dentro del marco de Tarraco Viva e iba a cargo de la asociación Tàrraco a Taula «Es muy importante reivindicar esta antigua gastronomía que existió en nuestra ciudad, y de qué mejor manera que acercarla a la ciudadanía en un lugar tan emblemático como es el Anfiteatro de Tarragona», explica Moha Quach, presidente de Tarraco a Taula y chef del Terrat.
«Recrear estos platos no es sencillo, ya que antes los libros de recetas no eran tan detallados como en la actualidad y muchos ingredientes, como el tomate o el azúcar, en la época romana no existían. Por lo tanto, intentamos reinterpretarlos de una manera creativa, pero siempre respetando sus ingredientes», afirma Quach.
«No obstante, los orígenes romanos todavía están muy presentes en nuestra gastronomía, lo que pasa es que no somos conscientes, porque hasta ahora no se ha investigado. Es por eso que en Tàrraco a Taula nos hemos comprometido a hacer este trabajo de investigación tan importante», añade.