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Protesta

Usuarios de Rodalies, regionales y media distancia se concentran en Sants para decir basta y exigir un servicio «digno»

Varios usuarios tarraconenses se han desplazado a Barcelona-Sants para manifestarse delante de la estación

Imagen de la manifestación de este mediodía en Barcelona-SantsCedida

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Un centenar de usuarios de Rodalies, regionales y media distancia -principalmente del Camp de Tarragona- se han concentrado este sábado al mediodía al exterior de la estación de Sants en Barcelona para decir basta a la situación de «maltrato» que viven y exigir soluciones

Los impulsores han sido la plataforma Dignidad en las Vías, surgida en el Camp de Tarragona, pero se han sumado otros movimientos como '#Pqnoensfotintren', que recoge usuarios de la R3; y la Plataforma Mercancías por el Interior, que reclama modificar el trazado del Corredor Mediterráneo para evitar que pase por la costa y lo haga por el interior.

Los usuarios han reclamado más frecuencias, más inversiones, mayor información y más coordinación entre las administraciones afectadas.

Los concentrados han llegado en tren en Sants poco antes de las doce del mediodía y se han concentrado en la plaza exterior de la estación. Han mostrado pancartas con lemas cómo 'Ministro Puente coge la Renfe', 'estamos sufriendo mobbing ferroviario, Robavides' o 'No somos ganado, trenes dignos ya'. 

Durante la protesta, que ha durado más de una hora, han cantado proclamas contra la situación actual y han finalizado haciendo un bingo de incidencias, donde el ganador se ha llevado un taburete portátil para poder sentarse en el tren.

Han explicado que han decidido pasar a la protesta «hartos de los retrasos, de las incidencias, de los trenes cortos sin sitio ni para estar de pie en condiciones, falta de frecuencias y falta de información». 

Han lamentado que la situación no es nueva y hace años que dura pero han añadido que en los últimos dos meses se ha agravado, llegando a los «dos peores meses de servicio» donde ha habido «más retrasos que puntualidades».

«Lo que queremos es dignidad en las vías, poder ir de forma tranquila a trabajar y en las universidades, saber cuándo subimos a los trenes y cuándo volveremos a casa, queremos ir en condiciones en los trenes», ha reivindicado la portavoz de Dignidad en las Vías Ana Gómez.

Gómez ha lamentado que el primer paso que tiene que dar Renfe es «reconocer que hay un problema» y ha emplazado en todos los implicados a trabajar juntos para buscar soluciones.

De hecho, una de las críticas es que tanto las administraciones como las empresas implicadas «se culpan unos en los otros» y dan informaciones contrapuestas. «Lo que tienen que hacer es sentarse y trabajar», ha declarado. 

En este sentido, Gómez ha añadido que un ejemplo de eso es el que ha pasado con el robo de cobre del 12 de mayo a Montcada y Bifurcación, donde ha considerado que lo que ha quedado claro es la falta de seguridad en las vías y estaciones. «Les vías tienen que estar protegidas, no pueden ser un bufete libre para el vandalismo y los robos», ha manifestado.

Entre las peticiones concretas, Dignidad en las Vías ha reclamado un aumento de las frecuencias en horas punta para paliar el hecho de que ahora mismo hay un único tren desde el Camp de Tarragona que llega a Barcelona antes de las ocho y hace paradas a todas las estaciones.

Reclaman también trenes dobles en hora punta y la supresión de los trenes mixtas regionals-Rodalies. También quieren que se supriman los horarios «absurdos» y han puesto como ejemplo que a veces hay una hora sin trenes y después pasan dos separados por tres minutos. 

Por otra parte, han pedido mejor información e inversión a corto plazo para afrontar las incidencias, con autobuses preparados por si se tiene que ofrecer servicio alternativo por carretera.

Uno de los usuarios que vive estos problemas en diario es Joan Romera, psicólogo que vive en Torredembarra y trabaja en Barcelona y que ha reconocido a la ACN que siente «ansiedad y frustración» por los problemas diarios con los trenes. 

Su trayecto tendría que durar una hora y cuarto pero ha lamentado que puede llegar a alargarse dos horas. Romera ha afirmado que la situación ha empeorado desde la pandemia: «Antes tenías tres incidencias a la semana, ahora tienes tres al día».

Estas usuarios han pedido también que se planteen sin demora las alternativas para el corte de los servicio entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders que durará meses por obras del Corredor Mediterráneo en Roda de Berà.

Los portavoces han explicado que tenían previsto un encuentro con responsables de Renfe, Adif y los gobiernos hace dos semanas que no se ha celebrado pero que confían que se haga en breve.

Usuarios de la R3 aseguran estar «hartos»

En la protesta también han participado usuarios de la R3, que se han mostrado «hartones» de los retrasos e incidencias que viven en diario y que se han agravado a partir del robo del 12 de mayo. De hecho, la R3 es la única vía que todavía no llega a Barcelona y en la cual un tramo se sigue haciendo a través de servicio alternativo por carretera.

Una de las portavoces de la plataforma de afectados en esta vía, Carme Melcior, ha explicado que actualmente tardan hasta dos horas y 45 minutos al hacer un trayecto de unos 30 kilómetros. 

Esta usuaria ha recordado a la Generalitat que también tiene responsabilidades y por eso le ha exigido que se implique en la búsqueda de soluciones. 

Entre otros, ha asegurado que tienen horas vacías sin trenes, carece de servicios alternativos cuando hay incidencias, falta de información «constante y flagrante» y problemas de accesibilidad en las estaciones. 

Ha añadido que eso son cosas que se podrían ir resolviendo sin grandes inversiones y ha instado a todas las administraciones a ponerse de acuerdo.

Mercancías por el interior

Por último, entre los protestantes había la Plataforma Mercancías por el Interior para reclamar un trazado del Corredor Mediterráneo que vaya por el interior y no por la costa como está planificado actualmente. 

Su portavoz, Eugeni Sedano, ha augurado que si se mantiene el trazado planificado actualmente las mismas vías tendrán que asumir los trenes de pasajeros y los de mercancías y eso supondrá un «colapso».

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