Investigación
Las voces de la lucha antifranquista de la iglesia tarraconense
Neus Baena presentó su libro, ganador del Premio Tarragonès Beca de Investigación Lucius Licinius Sura
El pasado miércoles 22 de mayo el Salón de Plenos del Consejo Comarcal del Tarragonès acogió la presentación del libro Del nacionalcatolicisme a la democràcia. Món obrer, Església de base i antifranquisme a Tarragona (1951-1977). Este trabajo, obra de la doctora en Historia por la URV Neus Baena Gallardo, fue el ganador del Premio Tarragonès Beca de Investigación Lucius Licinius Sura 2019.
«Estudié cómo, dentro de la iglesia católica de Tarragona, una minoría de grupos y personas se desmarcaron del discurso oficial nacionalcatólico, deslegitimaron el régimen de Franco y siguieron caminos de concienciación sociopolítica, defensa de derechos y libertades, secularización o militancia política y sindical, entre otros», explica Neus.
Tal como explica la autora, los protagonistas de este estudio son principalmente sacerdotes y religiosos vinculados al catolicismo obrero, pero también pone la mirada en militantes del apostolado seglar que acabarían formando parte de partidos políticos, sindicatos y asociaciones diversas, así como en las misioneras seculares del Instituto de Misioneres Seculars de Tarragona.
Todas estas personas, explica Neus, se encontraron actuando en la clandestinidad. Empezando por los curas obreros, «que estaban dentro de la Iglesia pero a la vez al margen, porque ponían en cuestión el mismo concepto teórico de sacerdote como una figura casi sagrada».
El contexto, subraya la historiadora, hacía necesarios los encuentros clandestinos: «El estado franquista establecía la inviolabilidad de sus espacios y parroquias y no había libertad de reunión ni asociación. Pero en la clandestinidad varias parroquias hicieron una tarea de protección y acogida de partidos políticos y sindicatos».
En el caso de Tarragona, explica Neus, «fue muy claro». Lo recoge en su trabajo a partir de testimonios orales que explican, por ejemplo, como en la parroquia de Bonavista se hicieron encierros de trabajadores. En la Floresta, Francesc Xammar acogió reuniones preparatorias de las Comisiones Obreras de Tarragona, y en Sant Pau, mosén Gil también acogió estas reuniones.
Uno de los principales valores del libro es, precisamente la aportación de las fuentes orales –aparecen un total de 34 testimonios. Entre estos, también son especialmente interesantes las aportaciones de personas relacionadas con movimientos especializados en la acción católica en Tarragona, provenientes de grupos de postulado seglar obrero, que evolucionaron hasta militar en agrupaciones políticas o sindicatos en la clandestinidad.
El trabajo de Neus también pone el foco en el Seminario de Tarragona, constatando el vacío historiográfico que hay con respecto a esta institución: «No hay escrita ninguna historia del Seminario en el siglo XX». En su estudio, Neus concluye que, aunque el contexto era muy cerrado, «la efervescencia de los años 60 les hizo tener una mirada de abertura».
Con su trabajo, Baena también desmitifica afirmaciones como, a raíz de la unión del poder religioso y político, los católicos no podían recibir represión: «Por testimonios orales, he sabido que la represión que se aplicó en Tarragona no fue comparable con la de Barcelona, con vigilancia, persecución judicial, detenciones, encarcelamientos y torturas».
Como conclusión, Neus afirma que «aunque Tarragona era una sociedad conservadora, surgió una minoría dentro de la Iglesia que fue muy crítica, cuestionándolo todo desde el seminario. Con los movimientos de acción católica y las misioneras seculares, acabaron tejiendo unas redes de relaciones humanas muy visibles».