Que los versos ondeen al viento

Este martes arrancó la tercera edición del Transvers, el Festival de Poesía de Tarragona. Y lo hizo con un espectáculo inaugural, Escopiu a la closca dels cretins, que tenía muchos elementos para resultar atractivo. 

El primero, el poeta protagonista: Joan Salvat-Papasseit, del cual este año se celebra los cien años de su muerte. En segundo lugar, los firmantes de la producción, la Sala Trono de Tarragona, que por primera vez se suma al Transvers presentando un espectáculo configurado específicamente para el festival. 

Y, finalmente, los intérpretes: Victòria Pagès, Bárbara Roig, Carles Roig, y los alumnos de 2.º de CFGS Técnicas de Actuación Teatral. Todos, actuando bajo la dirección de Pau Ferran, que también firma la dramaturgia, y Anna Corredor, responsable del movimiento. Completaba el elenco Magí Capdevila, joven músico responsable de la acción sonora.

Escopiu a la closca dels cretins es un espectáculo de poco más de media hora de duración que sintetiza de manera acertada el pensamiento y la obra primordial del poeta barcelonés, un personaje rebelde, autodidacta y autor de uno de los poemarios más populares de nuestra lengua.

Salvat-Papasseit toma la voz de cada uno de los intérpretes, que reparten juego recitando, ahora unos los versos de amor y sexo, ahora otros poemas sociales, reivindicativos y vitales. En medio, Victòria Pagès habla por el poeta, ofreciendo pinceladas de su biografía y pensamientos.

En el espectáculo, los versos fueron declamados, pero también escritos y voleados en una bandera ondeada al viento. El escenario, montado en las escaleras reales del Moll de Costa, y la hora escogida para hacer el espectáculo –el atardecer–, contribuyeron también a generar momentos de gran intensidad poética, alimentados por la música de Capdevila, así como por el baile entre los silencios, las palabras y la letra escrita.

Idioma, cultura y enseñanza

Anna Gispert, presidenta de la APELLC (Associació de Professionals i Estudiosos en Llengua i Literatura Catalanes), entidad impulsora del Transvers, presentó el festival citando a Manuel de Pedrolo, recordando la necesidad de proteger el idioma para mantener la cultura y denunciando «la proscripción de la literatura de la enseñanza de nuestros jóvenes».

Con este espíritu arranca, pues, la tercera edición del Transvers, un festival que está consiguiendo consolidarse en la ciudad, gracias a una programación que ha encontrado la manera de acercar la poesía a un público a veces profano, y que ha tenido el acierto de tejer alianzas con creadores y entidades de la ciudad. La que justo se estrenó ayer, con la Sala Trono, ya puede tener continuidad. Y que el espectáculo haga camino.

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