Campesinado
Unió de Pagesos celebra los 50 años de vida con la mirada puesta en el reto del relevo generacional
En el Camp de Tarragona, más de la mitad del sector supera los 55 años y la mayoría tiene 65 o más
La viabilidad futura del campesinado pasa para «garantizar el relevo generacional y asegurar el acceso a los recursos naturales, así como los mercados con valor añadido». Lo explicaba ayer Salomó Torres, responsable del Sector Social de Unió de Pagesos, quien, en el marco de la celebración de los 50 años de vida del sindicato, dio un repaso de la historia del sector y valoró su situación actual.
«Si no se dan estos tres aspectos y cae alguna de las patas, el modelo de agricultura que hoy todavía tenemos acabará desapareciendo», aseguraba. Torres señalaba que, en el proceso de comercialización de un producto alimenticio, «todo el mundo cobra y lo último que queda es para el productor». «No puede ser que estemos siempre en la cola», denunciaba.
Por otra parte, remarcaba la necesidad de que el mercado sea «transparente» y revalorice el producto que hace el campesinado. El reto principal de cara a las próximas décadas, sin embargo, es conseguir que haya relevo generacional y «garantizar que tengan todas las oportunidades y recursos económicos para hacer frente a una inversión inicial».
Según los datos presentados por Unió de Pagesos, la evolución demográfica en las explotaciones agrícolas ha descendido notoriamente en los últimos cuarenta años. Y es que, en la actualidad, sólo hay un tercio de los titulares que había en 1982, pasando de los 20.700 a los 8.600. Otro factor a tener en cuenta es la edad de los campesinos. En el Camp de Tarragona, más de la mitad superan los 55 años. De hecho, la mayoría tiene 65 o más.
Preguntado sobre cómo revertir esta situación, Josep Carles Vicente, responsable de Organización de Unió de Pagesos, remarcaba la importancia de implementar las nuevas tecnologías para «cambiar ciertos aspectos comunicativos». «No sólo externos, sino también internos», apuntaba Vicente, quien cree que así podrán «ser capaces de ser más atractivos» para la juventud.
Desde el sindicato también tienen claro que necesitan «utilizar un lenguaje más pedagógico y no tanto técnico», así como «generar ilusión en vez de pesimismo». Salomó Torres reconocía que «hay una generación que nos toca terminar» y comportará «una reestructuración en la organización para intentar encauzar todos estos retos que tenemos por delante».
La sequía es uno. Martí Macias, responsable de Agua de Unió de Pagesos en el Camp de Tarragona, indicaba que se acaba de elaborar un estudio para valorar el estado de todas las hectáreas de fruta seca que dependen, en parte o de forma exclusiva, del pantano de Riudecanyes.
Según las primeras prospecciones, habría fincas que sobrepasan el 30% de árboles muertos. «Es una situación crítica», apuntaba Macias, quien reclamaba «compensaciones para los profesionales» e «instalaciones» como la que tiene que permitir reutilizar el agua de la depuradora de Reus.
«Democrático y unitario»
Con respecto a la ausencia de Unió de Pagesos en las movilizaciones que convocó Revolta Pagesa del 3 de junio en la frontera con Francia, el sindicato aseguraba que no les querían allí. Además, criticaban la influencia que ha tenido la extrema derecha en las plataformas participantes.
Torres aseguraba que «los dirigentes de estas organizaciones, de varios lugares del Estado, eran portavoces de Vox». Por este motivo, explicaba, Unió de Pagesos hizo una «declaración de intenciones», para afirmar que son «un sindicato democrático, unitario e independiente».