Los vecinos de la Part Baixa de Tarragona protestarán contra los problemas de seguridad en la zona

Los vecinos del barrio del Port están «hartos» de los problemas de seguridad que se viven en la zona. Sobre todo aquellos que residen en la calle Orosi, donde un comerciante fue apuñalado durante el último fin de semana. Por este motivo, los afectados han decidido convocar un encuentro el próximo miércoles 19 de mayo, bajo el lema «Per la teva seguretat, mou-te! No passis més por!». Se celebrará a partir de las 19.40 horas en los bajos del Centro Cultural de Aragón, en la calle Pau del Protectorat.

Allí, el vecindario tratará los últimos incidentes que se han producido en la zona. También será un acto de protesta contra una situación que arrastran desde hace muchos años. «Es un problema histórico y todavía seguimos a la espera de una solución», explica Mari Carmen Puig, presidenta de la Asociación de Vecinos (AV) del barrio del Port. La entidad no ha convocado este encuentro, pero estará presente para dar apoyo a las reivindicaciones de los residentes de la zona.

«La gente está en pie de guerra, están cansados y ven que la situación se nos va de las manos», señala Puig, quien lamenta que los episodios de inseguridad y de incivismo «no vienen de ahora, sino que pasan desde hace tiempo». «Sobre todo, los que más lo están sufriendo han sido los de la zona de Orosi», apunta. Los vecinos creían que la remodelación de esta vía ayudaría a solucionar esta problemática. Lo cierto es que no ha sido así. «La gente tiene miedo de salir a ciertas horas», reconoce Puig.

Policía de proximidad

La asociación vecinal reclama, una vez más, que aumente la presencia policial. «Necesitamos a más agentes de proximidad a pie de calle», remarca su presidenta quien asegura que «nos lo prometió el Ayuntamiento, pero no llegan». La entidad se reunió hace justamente un mes con el gobierno municipal y la Guardia Urbana para abordar los problemas de seguridad en el barrio.

El consistorio decidió retirar los nuevos bancos de la calle Orosi, como medida preventiva, ya que se habían convertido en un punto de encuentro de usuarios «conflictivos» donde el incivismo era constante. La preocupación y el miedo ha aumentado entre los vecinos después de que, en esta misma vía, un hombre apuñalara a un comerciante en un supermercado. El agresor, sólo unas 24 horas después, volvió al establecimiento donde se produjeron los hechos para amenazar a los trabajadores.