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El cementerio de Tarragona acoge un homenaje a las víctimas republicanas ebrenses en la antigua prisión de Pilats

La consellera de Justicia, Gemma Ubasart, reivindica la lucha antifranquista para que las nuevas generaciones no lo olviden

Abans de l'homenatge, els familiars de víctimes republicanes ebrenques han fet una visita guiada al cementiri de Tarragona

Antes del homenaje, los familiares de víctimas republicanas ebrenses han hecho una visita guiada al cementerio de TarragonaCedida

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La emoción ha marcado el primer homenaje a las víctimas republicanas ebrenses fusiladas o muertas en la antigua prisión de Pilats

Familiares de una cincuentena de pueblos de las Tierras del Ebro las han recordado en el cementerio municipal de Tarragona y para algunos, ha sido la primera vez que han visitado el espacio donde están los restos de sus parientes.

La memoria de las 233 víctimas republicanas ebrenses que fueron fusiladas o bien murieron por enfermedades en la antigua prisión de Pilats de Tarragona entre 1939 y 1943 ha estado bien presente en el acto celebrado en el cementerio de la ciudad.

Está en este punto donde este sábado se han reunido numerosas familias de las Tierras del Ebro que tienen parientes enterrados, después de ser represaliados por sus vinculaciones con el bando republicano o con el mundo sindicalista.

Antes del acto protocolario, los asistentes han hecho a una visita guiada de la mano del doctor en historia de la URV Xavier Tolosana. Así, han podido ver de cerca las tres fosas comunes dignificadas que se encuentran en este lugar. Según Tolosana, actos como estos permiten recordar tanto a las víctimas como la democracia republicana.

En algunos casos, la visita ha supuesto la primera vez que los familiares visitaban el espacio donde se encuentran los restos de sus parientes republicanos. Es el caso de la Mª Carme Franch, natural de Amposta, quien se ha emocionado al reconocer que ha conseguido saber dónde está su abuelo y llenar un vacío familiar.

«No se hablaba, no sabíamos más que el hecho que a mi abuelo lo fusilaron. Nunca supimos el por qué, ni qué había hecho... mi padre siempre decía que había sabido por amigos que lo habían fusilado sin que tuviera delitos de sangre en las manos. Leyendo libros hemos sabido que perteneció al Comité Revolucionario de Amposta y un sindicato», ha indicado. A través de la ley de memoria histórica, Franch pudo ubicar los restos de su abuelo en el cementerio de Tarragona.

Después de generaciones marcadas por el silencio individual pero también colectivo, los descendientes han querido romper esta dinámica. Así ha sido para el vecino de Sant Jaume d'Enveja Vicent Casanova Úbeda, nieto de Josep Úbeda Badia, quien evitó que se hiciera una 'saca' de presos entre los vecinos, algunos de los cuales, de derechas.

Cuando se acabó la guerra, lo encarcelaron y juzgaron. Mi abuelo pidió muchos avales a la gente del pueblo que había salvado, pero no le hicieron nunca. Él salvó a los de derechas y a él no lo quisieron salvar, supongo que para no darle las gracias después toda la vida», ha rememorado.

Recuerdo para las víctimas y el legado republicano

En el homenaje también han participado otros testigos de familiares de víctimas ebrenses, que han compartido las historias que los han marcado a lo largo de las generaciones. Más allá del recuerdo hacia las víctimas, la consellera de Justicia, Derechos y Memoria, Gemma Ubasart, ha puesto el acento en el legado democrático y republicano.

«Como país, decidimos recordar la lucha antifranquista no como un ejercicio de nostalgia, sino como una herramienta para reforzar la calidad democrática y fomentar la cultura de la paz y de los derechos humanos», ha afirmado.

Al mismo tiempo, ha focalizado el mensaje hacia el conjunto de la sociedad y más concretamente, los más jóvenes, para ser conscientes de estos valores y evitar la repetición «de aquella barbarie».

El de este sábado ha sido el primer homenaje centrado en las víctimas ebrenses, un gesto que Ubasart ha afirmado «que el país debía». El acto se ha dado por finalizado con una ofrenda floral conjunta delante de el grupo escultórico 'Dignidad', ubicado en una de las fosas comunes donde hay restos de personas represaliadas.

Al mismo tiempo, se han leído uno por uno los 233 nombres de los ebrenses de una cincuentena de municipios de las Tierras del Ebro que se tiene constancia que murieron en Tarragona durante el franquismo.

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