ERC hace balance del primer año de mandato del gobierno de Viñuales: «No tiene ni rumbo ni ambición»

El Grupo Municipal de ERC en Tarragona considera que el gobierno socialista de Ruben Viñuales «carece de rumbo y de ambición», y se muestra preocupado por las acciones de un alcalde que «vela más por los intereses del partido que por las necesidades de los ciudadanos». Así lo expresaban ayer sus portavoces durante el balance del primer año de mandato del gobierno socialista.

«El balance que hacemos después de un año es que tenemos un alcalde muy alejado de la gente», afirmó Xavi Puig, portavoz adjunto de ERC. Y es que los republicanos consideran «decepcionante» al modelo de los concejales de barrio, ya que, aseguran, el hecho de que cada barrio tenga únicamente un interlocutor «no trae una buena sintonía y comunicación entre la ciudadanía y el alcalde».

«La subida de la criminalidad es un hecho que nos preocupa muchísimo», afirmó Maria Roig, portavoz de ERC, haciendo referencia a los recientes incidentes que ha vivido la ciudad durante las últimas semanas. Para hacer frente a este incremento, los republicanos reclaman al alcalde «que se ponga las pilas y arregle los problemas que tenga con la Guardia Urbana» para que esta intensifique su patrullaje.

Encarnado aprovechó la ocasión para recordar que «la primera decisión política del alcalde Viñuales fue firmar un decreto de Alcaldía con que ordenaba la retirada del Ayuntamiento de Tarragona como parte personada y perjudicada en el caso INIPRO», priorizando «los intereses de su nuevo partido, el PSC, a los intereses de la ciudadanía.» Por otra parte, también lamentó la «imposición» de la lengua castellana en varias actividades públicas organizadas por el Ayuntamiento, y exigió a este que «vele por la lengua catalana».

Acto seguido, Puig dedicó unas palabras al Pam a Pam, un proyecto que definió como un claro ejemplo «de un arranque de caballo y parada de burro». «Lo que tenía que ser el paradigma de la coordinación del Ayuntamiento de Tarragona, trabajando conjuntamente cada semana en un barrio diferente y dejándolo completamente renovado, ha acabado siendo una política recaudatoria de multas», lanzó.

Proyectos parados

Los portavoces republicanos quisieron poner de relieve varios proyectos que durante este año han quedado parados. «Uno muy evidente es el estudio de la calidad del aire. Es muy grave tener que admitir que tenemos un alcalde al quien le es igual el aire que respiramos», denunció Puig. También reivindicaron la apertura del Fortí de Sant Jordi y la biblioteca de Sant Pere i Sant Pau. Además, afirman que la alcaldesa tendría que plantar cara» delante el gobierno español en contra del «recorte» del carril bici de Levante. Los republicanos también expresaron su descontento con el incremento de impuestos y tasas, así como con las nuevas zonas de aparcamiento regulado, que Puig describió como un «despropósito».

El pacto de la basura

También se mostraron especialmente críticos con la adjudicación del contrato de la basura, ya que discrepan con la resolución del Tribunal de Contratos y la decisión del gobierno municipal de otorgar el servicio de limpieza a la segunda empresa clasificada. También afirmaron estar preocupados por el «viraje del gobierno socialista hacia la derecha», haciendo referencia al pacto de gobierno con Junts y los dos exconcejales de Vox, en lo que denominan «pacto de la basura».

«El actual gobierno no tiene ni rumbo ni ambición. Por inercia están sacando adelante proyectos que se habían conseguido en el gobierno anterior, pero nos preguntamos qué pasará en el 2025 cuando todo eso ya se haya acabado de ejecutar. Queremos saber cuáles son sus proyectos futuros», concluyó Puig.

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