Multan al Sareb por la caída parcial del techo de Cal Pobre

El Ayuntamiento de Tarragona ha impuesto una sanción al propietario de Cal Pobre, la Sareb, por el estado de deterioro en lo que se encuentra el inmueble ubicado en el número 6 de la calle de los Descalssos, en la Parte Alta de la ciudad. El pasado 11 de junio, la Guardia Urbana recibió una denuncia por el derrumbe parcial de la cubierta de teja en una de las vertientes interiores del edificio. Según fuentes municipales, se observaron «deficiencias muy graves desde el terrado de los edificios vecinos».

En aquel momento no se pudo acceder al edificio. Dos días después, los agentes entraron en el inmueble y constataron que el deterioro del edificio ha empeorado. Entre otros, los pavimentos nobles de la planta principal han desaparecido y los jardines se encuentran en uno claro estado de abandono. Los años 2022 y 2023, el Ayuntamiento instó la propiedad del edificio a realizar varias actuaciones como apuntalar de forma preventiva el techo de la buhardilla afectado, así como de la vuelta del techo de la cocina.

Ninguna de estas medidas ha sido acatada por la Sareb. Por este motivo, y a raíz del hundimiento de una parte de la cubierta de Cal Pobre, el consejero de Vivienda y Patrimonio, Nacho García, firmó el lunes un decreto que impone en la propiedad de la casa una multa coercitiva de 1.000 euros por el incumplimiento de las órdenes emitidas durante los últimos dos años. También se le ha vuelto a pedir que las ejecute de una vez por todas.

Además, el consistorio insta el titular del inmueble a reparar las partes afectadas del edificio por el derrumbe parcial del tejado, con el fin de detener la degradación del edificio y la pérdida de las partes significativas de este edificio declarado Bien Cultural de Interés Local (BCIL). De esta manera, la propiedad está obligada a limpiar los escombros, aplicar medidas de seguridad para la estabilización estructural con apuntalamiento preventivo y proteger la zona afectada por la entrada de agua de lluvia.

En caso de que la Sareb no lleve a cabo estas actuaciones, el Ayuntamiento de Tarragona «tendrá que multar nuevamente en la propiedad por incumplimiento».

Tapiado desde el 2022

Cal Pobre, un edificio histórico del siglo XVIII, fue antiguamente Casa Bertran. Después de estar ocupado durante años, el 216, un colectivo denominado Plataforma Creativa de Cal Pobre acordó con el propietario del inmueble la posibilidad de usarlo para celebrar actividades sociales y culturales, a cambio de mantener y cuidar de la finca. Se organizaban actos como conciertos y espectáculos infantiles o ferias de artesanía, entre otros. Dos años después, cuando la casa pasó en manos de la inmobiliaria Solvia, se inició un proceso para desahuciar el inmueble y la entidad se tuvo que marchar. El 2022, volvió a estar ocupado y la justicia optó por tapiar las puertas y ventanas del inmueble.

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