Urbanismo
Se soterrará más cableado del que estaba previsto en las calles Sant Pere y Gravina de Tarragona
Las obras en el Serrallo se alargarán hasta el 20 de agosto
Les obras de remodelación de las calles Sant Pere y Gravina en el barrio del Serrallo finalizarán más tarde de lo que se había estipulado. La idea era que los trabajos se terminaran en junio, pero, finalmente, habrá que esperar hasta agosto. Fuentes municipales han explicado que las prospecciones para localizar los servicios existentes en las calles se alargaron más de lo que se esperaba y se tuvo que pedir una prórroga porque «con la compañía eléctrica se vio la posibilidad de soterrar más red de la inicialmente prevista».
Así, «se solicitó un nuevo estudio técnico y económico a la compañía suministradora porque se daba la oportunidad de mejorar el proyecto». Por este motivo, las obras en las calles interiores del barrio pescador durarán al menos hasta el 20 de agosto.
Con motivo de este retraso, desde el Ayuntamiento «se cogieron las medidas necesarias para evitar más molestias a los vecinos del Serrallo y a sus establecimientos». Esta intervención, que va a cargo de la empresa GICSA, servirá para pacificar las calles Sant Pere y Gravina, convirtiéndolas en vías de plataforma única. También se reducirá la velocidad máxima de los vehículos.
El objetivo es que los peatones pasen a ser los protagonistas y tengan preferencia. Y es que, en el informe justificativo del proyecto se exponía que las calles eran estrechas y disponían de aceras que no cumplían la normativa de accesibilidad en los espacios públicos. Cuando la remodelación esté finalizada, estas pasarán a tener dos metros de anchura y la calzada, 2,5.
Ayudas europeas
Esta actuación, que cuenta con una subvención de los fondos europeos Next Generation, ha supuesto una inversión de más de 900.000 euros. Las obras empezaron el pasado febrero y el plazo de ejecución era de 4 meses. Así, estaba previsto que los trabajos acabaran en junio, justo antes de empezar la temporada de más afluencia en el Serrallo con la llegada del calor y los turistas.
El proyecto incluye la creación de una nueva red de recogida de aguas pluviales, así como la reordenación de las líneas telefónicas y eléctricas, que pasarán de ser aéreas a estar soterradas. Finalmente, se enterrarán más metros de cableado del que se había previsto en un inicio. Este cambio servirá para dar respuesta a los problemas de seguridad y accesibilidad a las viviendas.