Juan Antonio Sepúlveda: «A los falsificadores de material les sale a cuenta delinquir año tras año»

¿Les falsificaciones de ropa u otros materiales en Tarragona han aumentado los últimos años? ¿Cómo se encuentra la situación?

«Los delitos contra la propiedad industrial en la provincia se han estabilizado en los últimos años. No hay un incremento notorio».

¿En qué municipios y tipos de establecimientos encuentran más frecuentemente estos artículos?

«Sobre todo en municipios turísticos como Cambrils, Salou o Tarragona. Está donde el género falsificado tiene más salida y donde se proyecta más su venta. Además, año tras año acostumbran a ser los mismos establecimientos, que suelen estar regentados por personal asiático».

¿Cómo se posible que año tras año sean los mismos?

«Estas personas seguramente hacen un balance de las consecuencias jurídicas que comporta llevar a cabo una actividad ilícita. Y les sale a cuenta porque repiten».

¿A cuántos detenidos relacionados con estas actividades estuvo el año pasado en el territorio?

«Tenemos cuantificados unos 31 delitos contra la propiedad industrial. Que se traducen en una cincuentena de detenidos».

¿A qué consecuencias se enfrentan cuando son detenidos?

«Les penas acostumbran a ser bastante laxas. Los procedimientos frecuentemente acaban con lo que se denomina pena/multa. La sanción económica depende del peso y volumen del material falsificado. Hay que destacar que las instrucciones de los casos se dilatan porque los juzgados están muy saturados y eso beneficia a las reducciones de pena».

¿Se tendrían que endurecer las sanciones?

«Eso no nos corresponde a nosotros decirlo. Trabajamos con lo que tenemos».

¿De dónde proviene el material?

«El género principal proviene de países terceros de la Unión Europea. De Turquía y del Asia también. Se introduce dentro de la Unión como género ‘legal’ y después se expone en tiendas donde pueda tener salida».

Cargadores y enchufes

¿Estamos hablando de ropa sólo o de otros artículos?

«No. También nos encontramos con tiendas de telefonía móvil, que acostumbran a estar regentadas por personal norteafricano o asiático. Exponen por ejemplo carcasas Apple, cargadores, enchufes y otros elementos falsificados haciéndoles pasar por originales. Inducen al engaño al comprador».

¿Cómo reciben constancia de estos artículos y establecimientos?

«Trabajamos con peritos de diferentes marcas que ponen en conocimiento de la Guardia Civil estos hechos. La asociación React, que aglutina más de un centenar de compañías, trabaja mucho sobre el terreno».

¿Los dispositivos de la Guardia Civil se hacen principalmente en verano?

«Hacemos dispositivos todo el año constantemente. Ahora bien, hay establecimientos de este tipo que sólo abren en verano y, evidentemente, es cuando estamos más encima».

En los operativos es habitual la colaboración y trabajo conjunto con otros cuerpos de seguridad. ¿Qué valoración hace?

«La colaboración es muy positiva, ya que se establecen líneas directas de comunicación entre los diferentes cuerpos y cada uno asume su cuota de responsabilidad según sus competencias. Eso permite proyectar a la sociedad que aquello que se dice habitualmente sobre la colaboración entre policías es una realidad».

Conciencia social

¿Cómo se pueden reducir estos delitos? ¿Cuáles son los principales retos?

«Es un problema complejo. No se trata sólo de atacar la venta. Gran parte de los artículos llegan con piezas separadas. Por ejemplo, los bolsos de mano de Louis Vuitton llegan como bolsos normales, sin marca, y llegan también los logotipos. Una vez aquí, se monta y se vende. El control es mucho complicado en aduanas. Al final, tenemos que hacer una labor proactiva con muchas inspecciones sobre el terreno».

¿Qué parte juegan los consumidores o turistas?

«Es crucial. Mucha gente va a comprar camisetas falsificadas antes que una camiseta normal que no lleve un logotipo. Esta actividad genera un grave perjuicio para las empresas y comercios locales. Muchas asociaciones de comerciantes nos contactan preocupados por esta problemática. Hace falta una mayor conciencia social».