Entrevista
Jose Antonio Muñiz: «El documental siempre ha estado muy castigado por el sector audiovisual»
El fundador y director de Digivision explica la trajectoria de la empresa, pionera en reconstrucciones virtuales de ciudades antiguas y productora de exitosas series documentales como ‘Ingeniería Romana’
Los proyectos de Digivision apuestan por el género documental, por la realidad por encima de la ficción. ¿Por qué?
«Porque la realidad tiene más fuerza y emoción que la ficción. Creo que no se siente lo mismo, ni impacta lo mismo, una película que está basada en hechos reales, en una que es puramente inventada. Siempre te despertará unos sentimientos especiales, saber que estas personas que estás viendo y sus circunstancias realmente pasaron. De hecho, esta es una de las razones por las cuales Chernobyl, la serie de HBO, ha tenido tanto éxito y ha sido tan especial. A pesar de ser un producto de ficción, cuenta con una rigurosidad máxima basada en los hechos reales, y eso permite al espectador ponerse mucho más en la piel de los protagonistas».
¿De dónde nace su interés por fusionar la didáctica y el entretenimiento?
«Los orígenes de eso es una serie documental que se llamaba Cosmos, del astrónomo Carl Sagan, que era un gran divulgador. La serie tuvo muchísimo éxito y un impacto enorme. Para mí fue un antes y un después. Me di cuenta de la fuerza que tenía la producción documental para cambiar mentes, para ayudar a impulsar, avanzar y mejorar. Entonces consideré que me sería más fácil, o tendría más oportunidades de cambiar el mundo haciendo este tipo de producciones que diseñando aviones, por ejemplo».
¿Considera que el documental es un formato infravalorado?
«Sí, sobre todo por parte del sector, más que del público. El documental está muy castigado y los presupuestos siempre son muy bajos y muy tímidos comparados con los de la ficción Un proyecto documental puede tratar cualquier temática, como la naturaleza, el cuerpo humano, la medicina, la historia... Sea la que sea es imprescindible que el espectador lo entienda, y, por lo tanto, merece la mejor puesta en escena para poder ilustrar lo que se explica de la mejor manera posible. Si en los documentales se invirtieran cifras astronómicas en los efectos digitales, como hacen, por ejemplo, en las películas de Marvel, quizás las audiencias no serían tan dispares».
¿Cómo se incorporó la historia antigua entre los temas principales de Digivision?
«El objetivo de Digivision era, principalmente hacer ciencia y tecnología. Lo que pasa es que hace muchos años fuimos los primeros en virtualizar una ciudad antigua, concretamente Tàrraco, y este hecho nos dio mucho prestigio y mucha visibilidad en todo el mundo. Desde entonces hemos generado muchos proyectos y mucho trabajo vinculado a la historia, la arqueología y a la ingeniería antigua. No es que nosotros tengamos un interés particular por estos temas, sino que por accidente los trabajos que hemos hecho han tenido mucho impacto y eso nos está desguiando muchas veces hacia este tipo de producciones. Eso lo acabó de rematar Ingeniería Romana, que es una serie de muchísimo éxito».
Hace dos semanas se presentó un nuevo episodio en Tarragona. ¿Cómo fue la experiencia?
«Hay varios episodios que se han preestrenado en la ciudad y siempre es espectacular. Tenemos episodios que se han presentado en otros lugares como Zaragoza o Cartagena, pero Tarragona siempre es especial, es donde más gente acude y donde más se nos acompaña. Creo que no sólo porque somos una empresa local sino porque la gente de Tarragona está muy vinculada a la historia y le apasiona su propia ciudad. Es maravilloso, sabemos que tenemos muchos seguidores aquí y hay mucha gente que está deseando ver su ciudad brillar en proyectos como los nuestros y estamos encantados, intentamos hacer que la ciudad aparezca en todos los episodios posibles».
¿Cómo es el proceso de creación de las reconstrucciones virtuales que tanto os caracterizan?
«Es muy complejo y muy caro. A partir de los datos que se disponen de los yacimientos, se levantan modelos virtuales con el asesoramiento de técnicos historiadores y se hacen hipótesis de cómo podían ser estos lugares. Se utiliza el ordenador para reconstruirlos y para visionarlos y después los hacemos superponer en las imágenes reales de helicóptero o de dron para transformar la imagen del presente y llevarla al pasado, con lo que, ayudas al espectador a comprender con mucha más claridad».
¿Cómo cree que afectarán las nuevas tecnologías al futuro de Digivision?
«Siempre hemos tenido la ventaja de conocer bien la tecnología, sus avances nunca nos cogen por sorpresa. El problema es que es muy cara y eso nos limita. No es un mercado fácil, sobre todo aquí, que estamos lejísimos de lo que se hace en países anglosajones y sobre todo lo que se hace en los Estados Unidos donde buenas ideas y la capacidad de ver el futuro te aporta inversiones potentes y compañeros de viaje ambiciosos que te permiten llegar muy lejos muy rápido. Eso aquí es complicado, a menudo te encuentras solo.
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