Comercio
Ocho supermercados 24 horas de Tarragona, en el punto de mira de la Urbana
Los informes del cuerpo policial ayudarán a decidir en el Ajuntament si limitan su horario
La Guardia Urbana de Tarragona confeccionará ocho informes personalizados y específicos sobre ocho supermercados 24 horas de la ciudad. Los documentos recogerán quejas ciudadanas, denuncias y actuaciones policiales sobre peleas, drogas, armas o molestias a los vecinos de la zona de los establecimientos. El objetivo es, una vez terminados, que el Ajuntament tenga la máxima información posible para decidir si limita el horario de estos comercios o no.
Les infracciones más habituales que cometen estos establecimientos es vender alcohol fuera del horario permitido. La ley 20/1985, de prevención y asistencia en materia de sustancias que pueden generar dependencia especifica que no se pueden vender bebidas alcohólicas en ningún tipo de establecimiento, «desde las 22 horas a las 8 horas del día siguiente, salvo los establecimientos en que la venta de bebidas alcohólicas esté destinada a consumirlas en el interior del local».
De hecho, el verano pasado la Guardia Urbana denunció en pocas horas tres supermercados del centro y de la Parte Baja por este motivo. Durante el último año, la Guardia Urbana ha abierto 11 expedientes por, cuya, venta ilegal de alcohol tres eran a menores de edad.
Del total, en cuatro de estos casos, el infractor ya ha reconocido los hechos y ha efectuado el pago. La sanción económica por esta infracción puede oscilar entre los 3.001 y los 15.000 euros.
Indiferencia en los comercios
El Diari Més ha visitado diferentes supermercados de este tipo en varias zonas de la ciudad. Establecimientos vacíos de clientes, oscuros, con un único trabajador. Y la respuesta ha sido la misma por todos ellos. «No sé nada. No hablo casi castellano», expresaban los dependientes de estas tiendas.
Silencio, desconocimiento e indiferencia ante la nueva medida del Ajuntament. «¿Os preocupa, os afectará a nivel comercial?», se los pregunta. «Ni idea. Eso quizás lo sabe mi jefe, pero ahora no está aquí», explican cómo pueden, con un ademán de desconfianza y vergüenza.
Sin embargo, el Ajuntament continúa firme en su plan para combatir los actos incívicos relacionados con estos establecimientos. Para hacerlo y limitar el horario, el consistorio se acogerá el artículo 37.3 de la Ley 18/2017 del 1 de agosto de comercio, servicios y ferias, el cual permite a los entes locales obligar este tipo de establecimientos a cerrar por la noche o variar su horario «por razones de orden público, de convivencia o medioambientales».
La preocupación del Ajuntament hacia este tipo de comercios se originó hace pocas semanas, a finales de junio. El mes pasado un comerciante de la calle Orosi fue apuñalado y las quejas vecinales sobre actos incívicos en la Parte Baja fueron en aumento.
En la zona, Guardia Urbana puso en marcha un plan de acción para «reducir las conductas incívicas, el pequeño tráfico de estupefacientes y otros hechos delictivos». Este combina el patrullaje intensificado, la vigilancia tecnológica con drones, el control administrativo y la investigación encubierta con agentes de paisano.
Origen en la Parte Baja
Delante de este escenario, el consistorio consideró que la presencia de este tipo de establecimientos es uno de los motivos de la proliferación de actos incívicos y delictivos, sobre todo por la venta de bebidas alcohólicas fuera del horario permitido. Los grupos municipales del Ajuntament acordaron de forma unánime en Junta de Portavoces explorar la legalidad de prohibir o limitar el horario de las tiendas que abren 24 horas.
La tramitación podría tener una duración máxima de dos meses hasta que se puedan aplicar las posibles restricciones. Estos fueron los cálculos del Ajuntament de Barcelona, cuando el pasado mes de marzo, acordó limitar el horario nocturno de los establecimientos 24 horas en torno a la calle Tuset a raíz de las quejas vecinales por problemas de incivismo y ruido.
Te puede interesar:
Tarragona
Apuñala a un dependiente en Tarragona, sale en libertad y vuelve al mismo negocio para amenazarlos
Pep Santos Alasà