El Ayuntamiento de Tarragona descarta la creación de un mirador en el antiguo Hostal del Sol

El solar del antiguo Hostal del Sol no se convertirá, finalmente, en un mirador. Fuentes municipales han confirmado a Diari Més que el actual equipo de gobierno no tiene intención de sacar adelante este proyecto. Hay que recordar que se trata de una iniciativa que se anunció a finales del mandato pasado. La entonces consejera de Parques y Jardines, Elvira Vidal, anunció que el Ayuntamiento convertiría esta finca ubicada en el paseo de Sant Antoni en un jardín que se convertiría en un mirador desde donde poder observar el mar Mediterráneo.

Desde el ejecutivo alegan que se ha descartado esta idea «a causa de las dificultades que se han encontrado con la Comisión de Patrimonio» de la Generalitat de Catalunya. En este solar, que es de titularidad municipal desde el 2008, se encuentra el baluarte napoleónico de Sant Climent. Es un monumento histórico declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) y se construyó durante el siglo XVII con el fin de reforzar las murallas romanas y medievales de Tarragona. Después de la Guerra del Francés, la estructura quedó inservible.

En los últimos años, el solar del antiguo Hostal del Sol ha tenido diferentes usos. Fue un aparcamiento de zona azul y, durante unos años, se convirtió en un espacio de ensayos de los Xiquets de Tarragona. En marzo del 2022, el anterior gobierno anunció que esta finca pasaría a ser un mirador. A finales de aquel año, la Comisión de Patrimonio aprobó el proyecto del Ayuntamiento para rehabilitar el baluarte de Sant Climent. En aquel momento, se dijo que era el primer paso para convertir la finca en una zona verde. Ha pasado un año y medio desde entonces y, ahora, el actual gobierno asegura que están encontrando dificultades con la Generalitat, hasta el punto que han decidido no sacarlo adelante.

La torre de ocho plantas que cerró sus puertas el año 1976

El edificio del Hostal del Sol, una torre de ocho plantas, cerró sus puertas el año 1976. En 1998, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña dictaba que este equipamiento afectaba negativamente al entorno paisajístico de la Muralla romana y del baluarte napoleónico de Sant Climent. No fue hasta el 2010 que se empezó a derribar el edificio, después de que el Ayuntamiento adquiriera el inmueble dos años antes. No fue un camino de rosas, ya que tuvieron que superar varios procesos judiciales durante aquellos años.

Te puede interesar