Pau Ricomà se moja y anuncia su voto sobre el preacuerdo entre ERC y el PSC para investir a Illa

El exalcalde de Tarragona, Pau Ricomà, ha acabado cediendo y, finalmente, ha anunciado qué votará a la consulta de mañana, que hará ERC a la militancia sobre el preacuerdo con el PSC para investir a Illa. En un primer momento, Ricomà dijo que no se pronunciaría y pidió a Oriol Junqueras que posicionara sobre la consulta, ya que se presenta para presidente del partido.

Este jueves, Ricomà ha anunciado que votará en contra del preacuerdo «porque estamos defendiendo lo que querríamos que fuera, no lo que es. Empezando porque el PSC actual no tiene nada que ver con el de los años 80, se ha repuesto a costa del electorado de C's y entre incumplir el acuerdo o perder a su electorado está claro que hará», ha explicado en X. A pesar de su negativa, ha confirmado que es consciente del esfuerzo que ha hecho el equipo negociador y la ejecutiva por llegar al preacuerdo.

El exalcalde se pregunta «¿estamos dispuestos a hacer a Illa presidente?» y asegura que no está en contra en que el presidente de la Generalitat sea del PSC, ya que en otras ocasiones ha votado a favor. «Pero el proyecto político de llla no es el de la construcción nacional sino el de la deconstrucción y nos engañamos si pensamos que renunciará», ha argumentado.

Ricomà ha añadido que «la investidura se hará sobre un 'pre' acuerdo. No tenemos ni acuerdo concreto ni el beneficiario de la investidura se ha comprometido públicamente». El tarraconense ha lamentado que «nos pesa demasiado la situación inmediata» y prevé «dificultades sensibles para ERC si investimos a Illa».

Entre los puntos que incluye el preacuerdo, Ricomà ha hecho énfasis en el de la Convención Nacional de conflicto político y cree que «sólo servirá para la resolución desde la perspectiva de la sedación, si es que sirve para algo».

También ha publicado en X que «las inconcreciones con respecto a nuestro concierto económico son muy grandes y no nos quedamos la llave. Si el avance es la recaudación del IRPF digámoslo así y valorémoslo como lo que es, un avance parcial. Importante, pero es la única concreción».

Otros posicionamientos

Muchos de los militantes de Esquerra han ido mostrando en las redes sociales su posicionamiento a raíz del debar interno sobre el preacuerdo. Entre ellos está el concejal en el Ayuntamiento de Tarragona, Xavi Puig i Andreu, que también ha explicado que votará en contra ya que considera que «el acuerdo no llega a los mínimos y perpetúa la estrategia que nos hunde».

Puig apuesta por estar en la oposición ya que considera que «con las manos libres nos hará mes fuertes que continuar ahogados en las contradicciones del 'mientras tanto'. Y añade que hay que dar «un paso atrás para coger perspectiva, hablar con la sociedad y recuperar un partido independentista ganador, de mirada larga, transformadora y republicana».

La secretaria general del partido, Marta Rovira, ha defendido el pacto afirmando que es un «salto adelante importantísimo». En cambio, el expresidente de ERC, Oriol Junqueras, ha mostrado «respeto» por el preacuerdo, pero ha mantenido silencio sobre el voto. Buena parte de la ejecutiva de ERC, miembros del Govern y alcaldes de los republicanos se han mostrado favorables al acuerdo, pero también han aparecido voces contrarias. La diputada en el Congreso, Pilar Vallugera, el consejero nacional del partido, Joan Puig, o exdiputados han hecho público su 'no' a la consulta.

El día que se anunció el acuerdo, algunos consellers como Carles Campuzano, Roger Torrent, Natàlia Mas Guix, Ester Capella, Meritxell Serret, Tània Verge o Joan Ignasi Elena acompañaron a Raquel Sans en la rueda de prensa y muchos de ellos se han mostrado partidarios del pacto con los socialistas.

También buena parte de la ejecutiva ha hecho público que está a favor de ratificar el pacto, con nombres destacados como la secretaria general adjunta, Marta Vilalta, el presidente del grupo parlamentario, Josep Maria Jové, o el vicesecretario general de comunicación, Oriol Duran.

Asimismo, se han pronunciado alcaldes de ERC de municipios importantes que han avalado el preacuerdo. Hay nombres como el de Marc Aloy, alcalde de Manresa, Aurora Carbonell (Sitges), Marc Giribet (Sant Andreu de la Barca), Jordi Viñas (Salt), Adam Tomàs (Amposta), Alba Pijuan (Tàrrega) o Ferran Estruch (Cardona).

Asimismo, los exdiputados de ERC Jordi Orobitg y Carles Castillo han expresado su voto contrario a la consulta. También se han decantado por el 'no' militantes como el alcalde de Olesa de Montserrat, Jordi Parent, o el alcalde de Sant Julià de Ramis, Marc Puigtió.

De igual manera se ha manifestado el portavoz de la Diputació de Girona y exalcalde de Roses, Joan Plana, así como el portavoz de ERC Sabadell, Gabriel Fernàndez o el exconseller Alfred Bosch.

El preacuerdo

El preacuerdo entre ERC y el PSC para investir a Salvador Illa contempla entre otras cuestiones un «concierto económico solidario» con el cual la Generalitat pase a recaudar «el 100% de los impuestos» de forma progresiva y «salga del régimen común» a través de la modificación de la LOFCA. También contempla una Convención para la resolución del conflicto político (presidida por ERC) y un Departamento de lengua catalana a la Generalitat.

A falta de hacer pública la letra pequeña del preacuerdo, será la Agencia Tributaria de Cataluña a quien de forma progresiva «recaudará, liquidará e inspeccionará el 100% de los impuestos», excluyendo los municipales, poniendo como ejemplos el IRPF, el IVA y el impuesto de sociedades.

Los republicanos han pactado un calendario, que empezará con la campaña de la renta del año 2025. El preacuerdo contempla las «modificaciones legales necesarias» para hacerlo posible (incluyendo la LOFCA), aunque requerirá mayorías en el Congreso, donde formaciones como Compromís ya han expresado su recelo.

Convención del conflicto político y Departamento de lengua catalana

Más allá de la cuestión de la financiación, el preacuerdo entre ERC y el PSC también contempla otras medidas en ámbitos como el catalán. Concretamente, los dos partidos han acordado la creación de una consejería de Política Lingüística «para que las políticas relativas a la lengua se sienten en las mesas grandes». También contempla reforzar la lengua en el sector audiovisual o «blindar» la inmersión de «la ofensiva judicial».

Por otra parte, el pacto también prevé la creación de una Convención Nacional para la Resolución del Conflicto Político, una mesa de partidos en el marco del Parlamento con todas las fuerzas parlamentarias. Será presidida por los republicanos, que han asegurado que «ya va siendo hora que el partido que ha ganado las elecciones diga qué propuestas tiene».

El preacuerdo también prevé un consorcio para la ejecución de las inversiones del Estado en Cataluña, impulsar la gratuidad del infantil 2 o «garantizar la continuidad» del Departament d'Igualtat i Feminismes a pesar del cambio de Govern.

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