Sucesos
El Port de Tarragona, obligado a reflotar un pesquero por el abandono de los dueños
La embarcación denominada CHIMO se derrumbó el año pasado en el muelle
Imagen del momento cuando se hundió el barco, delante de la Cofradía de Pescadores
El Port de Tarragona se ha visto obligado a sacar a licitación los trabajos de remoción de un pesquero que se hundió el verano pasado al puerto de pesca. Concretamente, se trata de la embarcación denominada CHIMO, que, en avanzado estado de abandono, se derrumbó el junio pasado delante de la Cofradía de Pescadores.
Los hechos pasaron en junio y, a pesar de la espectacularidad del incidente, no hubo heridos y ninguna otra embarcación se vio afectada. Se colocaron barreras flotantes para evitar posibles derrames de hidrocarburos y se limpió la lámina de agua de objetos y materiales. Pero no se sacó el barco del mar y ahora la Autoridad Portuaria ha activado los trabajos para hacerlo definitivamente.
Sin respuesta
Hace tres meses, el Consejo de Administración del Port acordó la remoción del pesquero y requirió a sus propietarios que presentaran un Plan de salvamento, reflotamiento y remoción. Al no recibir este documento, la Autoridad Portuaria se ha visto obligada a activar la ejecución forzosa de lo mismo, prevista a la Ley 39/2015, de 1 de octubre, de Procedimiento Administrativo Comun de las Administraciones Públicas.
Los trabajos han salido a licitación con un presupuesto base de 59.500 euros, sin impuestos. La finalidad de la contratación es extraer todos los residuos y líquidos contaminantes que pueda haber todavía, así como el remolque de los residuos sólidos, su secamiento y la gestión de residuos. Al concurso se han presentado dos compañías.
En el 2022, otra embarcación se hundió en el Port. En este caso el velero Eleonora a causa de una vía de agua abierta al fuselaje del yate después de que chocara, por accidente, el barco del Salvamento Marítimo Punta Mayor. El coste de las tareas de reflotamiento fue asumido por Salvamento Marítimo.
