Seguridad
Los vecinos de la Part Baixa siguen sufriendo problemas de inseguridad a pesar de las medidas tomadas
«Hay más presencia policial, pero el problema está lejos de erradicarse», aseguran
En las últimas tres semanas, se han producido al menos cuatro peleas en la Part Baixa. Estos altercados han vuelto a encender las alarmas entre los vecinos, que denuncian problemas de inseguridad en el barrio desde hace muchos años. El Ayuntamiento de Tarragona anunciaba, ahora hace dos meses, la implementación de un plan de acción por parte de la Guardia Urbana con el objetivo de reducir conductas incívicas y otros hechos delictivos. Los residentes de la zona han notado los efectos de este dispositivo, pero parece que las medidas adoptadas no son suficientes.
«Hay más presencia policial, pero el problema está lejos de erradicarse», lamenta Ismael Llurba, uno de los doce integrantes de la comisión de seguridad que han creado los mismos vecinos de la Part Baixa para tratar este tema. El mes de junio, cuando se activó el plan de acción de la policía local, tuvieron una reunión con el alcalde, Rubén Viñuales, y el intendente de la Guardia Urbana, Manuel Vázquez. La idea era que, pasado un mes, se volvieran a encontrar para valorar los efectos de este patrullaje intensificado en la zona. «Todavía no se ha producido y estamos esperando que nos den una fecha», dice Ismael, quién reclama la creación de una comisaría en el patio del Palau Firal y otras «inversiones en seguridad».
Sin embargo, explica que en la zona de la calle Orosi «hay una serie de bares que atrae gente conflictiva», que da vueltas por diferentes puntos del barrio. Por ejemplo, en la plaza Prim. Tal como explicó Diari Més, un grupo de personas frecuenta cada día este espacio, generando un gran malestar entre el vecindario. Omar El Gabry, uno de los afectados, explica que el problema se calmó hace unas semanas porque la Guardia Urbana empezó a frecuentar la zona. «Ahora, sin embargo, ha empezado a venir otro grupo de gente», indica.
En este sentido, denuncia que «cada vez hay más violencia y suciedad». Omar asegura que esta situación «está tensando mucho el barrio» y reclama «soluciones estructurales» en vez de impulsar medidas temporales. Por otra parte, Llurba critica que el Ayuntamiento quiera trasladar el servicio de atención de Servicios Sociales de la Rambla Vella hacia la plaza Prim, así como crear un albergue para personas sin techo en la calle del Mar. Y es que considera que eso hará incrementar los problemas.
«Encontrar otros sistemas»
El pasado 31 de julio, se produjo una pelea en la calle Barcelona. En las semanas posteriores, se produjeron tres más: una en la calle Castaños, otra en la calle Orosi y una última en un supermercado 24 horas de la calle Apodaca. «Hemos notado más presencia policial, pero continuamos igual», afirma Mari Carmen Puig, presidenta de la Asociación de Vecinos del barrio del Port, quien reconoce que es «difícil», pero hay que encontrar otros sistemas para solucionar este problema en una zona que «se ha ido degradando los últimos años».