Laboral
La plantilla de la residencia La Mercè de Tarragona, en pie de guerra por la falta de personal
Aseguran que tienen una ratio de hasta 12 usuarios por trabajadora cuando el máximo es de 8
«Falta mucha gente. Falta cubrir vacaciones, bajas, asuntos personales. Absolutamente todo». Así resume Carmen Mesas, trabajadora de la residencia La Mercè de Tarragona la situación en el centro.
Las trabajadoras explican que, desde hace más de un año, el día a día en la residencia es «insostenible» por la falta de personal. «Nos estamos encontrando con que auxiliares de geriatría se tienen que hacer cargo de diez personas mayores. No hay tiempo a ducharlos. A veces, son las 12 del mediodía y todavía se está levantando a gente de la cama», denuncia Mesas.
Mercè es considerada una macro-residencia, donde viven 160 residentes. El centro está dividido por plantas con más de una veintena de usuarios por planta. «Se están saltando la ratio, que tendría que ser de ocho usuarios por trabajadora máximo. Es una barbaridad lo que estamos viviendo las trabajadoras», dice Mesas, que también es delegada sindical del YAK-CATAC.
Esta saturación provoca que muchas comadronas cojan la baja. «Queremos venir y tener la dignidad y el cuidado que necesitamos todos. Tanto las trabajadoras como los residentes. Muchas compañeras se quedan enganchadas de la espalda y tienen problemas de salud mental. Al final la gente peta», sentencia Mesas.
Las trabajadoras también apuntan que, a la hora de dividir las cargas de trabajo, la dirección no tiene en cuenta la distribución del propio edificio. «Tienes que ir cambiando de planta constantemente. Y no es lo mismo hacerlo con una silla de ruedas que sin. Hay un incremento de caídas», añade Mesas.
Ayuda de los familiares
Además, según las trabajadoras, también están pidiendo ayuda a los familiares de los residentes. «Hemos contactado con ellos para que hagan quejas también y nos ayuden. Algunas trabajadoras también tenemos a nuestros padres en el centro y entendemos que las compañeras no llegan a más», indican. La solución, según el personal, pasa por ampliar la plantilla y hacer efectivas las sustituciones. «Por eso hay una bolsa de trabajo. Al final, necesitamos que desde Barcelona se dé el visto bueno para hacerlo», dice Mesas.
«Pero desde los despachos siempre nos dicen que estamos sobre la ratio, que aquí en Tarragona no hace falta gente, que ya estamos bastante cubiertos. Les invitamos a que vengan y lo comprueben», concluye Mesas. La protesta de las trabajadoras fue ayer. Mercè es una residencia pública y este medio intentó ponerse en contacto con la Generalitat, sin éxito.
Traslado desde Reus
Esta situación se enmarca en el reciente traslado de trabajadoras y usuarios de la residencia ICASS de Reus a la de La Mercè. «Se fue haciendo poco a poco y gradualmente. Cuando llegamos a Tarragona, se abrió la cuarta planta, pero no había nada. Las compañeras tenían que ir montando las plantas mientras llegaban los residentes. Además, yo estoy en el turno de noche y somos cuatro, cuando tendríamos que ser seis. Pensábamos que estaríamos mejor que en Reus, pero no», explica Laura, trabajadora que también hizo el traslado.