Medio Ambiente
Una sesentena de voluntarios vigilan la inminente eclosión de los huevos de las tortugas bobas en Tarragona
Voluntarios, educadores sociales y visitantes se muestran expectantes ante la última semana de nidificación de huevos de tortuga boba
En la playa Savinosa unos niños escarban en la arena, en búsqueda de pelotas de ping-pong blancas. «Parece exagerado, pero exactamente los huevos de las tortugas son de esta medida», comenta Marcel, educador social de la Fundación por la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (CRAM).
Con motivo del primer nido de tortuga boba en la playa, la entidad se ha encargado los últimos días de hacer actividades familiares para explicar cómo detectar las nidificaciones. «Simulamos que una tortuga sale a poner los huevos y la idea es que conozcan cómo encontrar un nido y qué se tiene que hacer. Así, los más pequeños ya saben cómo identificarlo», añade Marcel. Uno de los retos a los que se enfrenta la fundación es el desconocimiento social.
«Hacerlo en Tarragona es muy bonito, lo que simulamos aquí ha pasado de verdad. Los niños se dan cuenta de que los animales que ven en los libros vienen al mismo lugar donde ellos vienen en verano», expresa Oriol, también educador de la fundación. «Quered y cuidad muchísimo a estos animales, porque nosotros venimos tres meses al año a su casa», dice el educador a los niños, que asienten obedientes.
Los huevos enterrados en la arena de la Savinosa está previsto que hagan eclosión la semana que viene. Por eso, se han organizado guardias 24 horas. Rosa y Montse son dos de las voluntarias que guardan el nido. «Me apunté con ella. Hacemos turnos de tres horas. Mucha gente nos pregunta cómo saldrá, si se puede ver, que se hará», comenta Rosa.
Los huevos siempre hacen eclosión de noche y desde el Ayuntamiento y la entidad se hace un llamamiento para que los tarraconenses se hagan voluntarios. «Necesitamos más colaboración ciudadana porque ya se acerca la fecha final», dice Guillermo García, consejero de Medio Ambiente del Ayuntamiento. Además, el consistorio ha instalado unos sensores de videovigilancia en el nido para la custodia de las aves.
Sesentena voluntarios
«Estamos muy contentos. La instalación en la playa ha funcionado con normalidad y una sesentena de voluntarios ya se han apuntado», apunta García. La Savinosa es la única playa catalana que este año ha acogido nidos de tortuga boba. «Nos interesa que la gente sepa encontrar los nidos. El de Tarragona es el primero descubierto por un ciudadano anónimo, que no era trabajador de las playas ni especialista», explica Marcel.
A la que haya movimiento y empiecen a hacer eclosión los huevos, miembros de la fundación irán al nido para hacer recuento de cuántos animales han salido, ayudarlas a llegar al mar y comprobar que estén sanas. «Cuando bajan las temperaturas y es de noche escogen salir. Sobre todo por el camuflaje, ya que tienen muchos depredadores», indica Marcel. «Ya sabéis, los ojos bien abiertos para revisar la arena», concluye Oriol la actividad con los niños, que siguen jugando con los ‘huevos’ descubiertos.