Movilidad
El Ayuntamiento de Tarragona ha creado 220 plazas de parking para moto en un año
El gobierno ha creado más zonas de aparcamiento para responder a la demanda ciudadana y mejorar la seguridad vial
Tarragona ha sumado 220 plazas de aparcamiento para motos en el último año. La creación de nuevas zonas de estacionamiento para estos vehículos ha sido y es una «prioridad» para el gobierno de Rubén Viñuales, y así lo ha demostrado en su primer año de mandato con un incremento del 11,5%, pasando de las 1.909 plazas a las 2.129. De esta manera, el consistorio ha querido dar respuesta a la demanda social y, al mismo tiempo, mejorar la movilidad y la seguridad vial en las calles de la ciudad.
El Ayuntamiento de Tarragona ha pintado nuevos aparcamientos en la calle Pons d'Icart, Violant d'Hongria, Escultor Vedrerol o Joan Salvat, entre otros. La consejera de Movilidad, Sonia Orts, explica que «se están colocando estratégicamente en determinados puntos», según «la demanda ciudadanía por la falta de parkings en algunas zonas». Sin embargo, para decidir las ubicaciones de las nuevas plazas, se siguen criterios de «seguridad vial». Y es que estas se suelen colocar antes de llegar a los pasos de peatones, los cruces entre vehículos y los contenedores de basura.
Eso, señala la edil, permite «mejorar la visibilidad», tanto de las personas que van a pie como de los conductores. Desde el consistorio, han constatado una bajada de la siniestralidad, con un descenso de los atropellos a peatones. Orts detalla que se producen reuniones periódicas cada mes entre la Guardia Urbana, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y la consejería de Movilidad —tres áreas de las que es responsable.
En estos encuentros, donde trabajan conjuntamente, se analizan los accidentes que se han producido en la ciudad y se estudian los motivos: «Uno de los factores importantes es la falta de visibilidad». Orts deja claro que hay otras razones, pero destaca que la creación de los nuevos parkings de moto hayan ayudado a reducir en parte los accidentes.
La consejera pone como ejemplo la calle Vapor, donde había muchas quejas. La acera que toca a la Escuela Oficial de Idiomas es muy estrecha y eso provocaba que los peatones tuvieran que bajar a la calzada si se cruzaban con alguna persona. Por este motivo, el consistorio pintó una zona de aparcamiento lineal, la cual separa la zona peatonal y la de los vehículos. Eso mismo se ha hecho en la calle Cardenal Cervantes, donde se vivía una situación similar.
En el caso de la calle Joan Pau II, más allá de los motivos de seguridad, también se pusieron plazas nuevas por la demanda de los vecinos y de los usuarios del Hospital Joan XXIII. Orts reconoce, sin embargo, que donde hay más demanda es en el centro de la ciudad. Próximamente, está previsto que se genere una nueva zona de estacionamiento para motos en la Rambla Nova, delante de la calle Canyelles. Y la intención es seguir generando más, apunta la consejera, quien recuerda que este aumento de plazas también responde al acuerdo que se cerró con el grupo municipal de Junts para la aprobación de los presupuestos.
Recopilar datos
Orts destaca que, por primera vez, el Ayuntamiento está creando una base de datos de los aparcamientos de moto que hay en la ciudad. «Está al 95%», indica la consejera. Esta herramienta ayuda al consistorio a «nivel interno», para recopilar la información, unificar criterios y organizar mejor la movilidad en Tarragona. Sin embargo, será útil para la ciudadanía, ya que se publicará en el portal web del Ayuntamiento y la ciudadanía podrá consultar las ubicaciones de las plazas de parking.
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