Patrimonio
Encuentran unos restos en la plaza d'en Rovellat de Tarragona que podrían pertenecer a una catedral visigoda
En total, han salido a la luz más de nueve metros de altura conservados de una arquitectura de unos 1.500 años de antigüedad
Un grupo de arqueólogos ha encontrado en un edificio de la plaza d'en Rovellat un conjunto de restos romanos que habrían sido reutilizados posteriormente en una iglesia visigoda de los siglos V o VI. En total, han salido a la luz más de nueve metros de altura conservados de una arquitectura de unos 1.500 años de antigüedad.
El edificio, conformado por seis viviendas, hace 18 años que no lo habita nadie de alquiler. A finales de la década del 2010, estuvo ocupado durante dos o tres años. Y, una vez hicieron salir los ocupas, fue comprado el año 2022 por unos arquitectos que querían destinarlo al alquiler social. Uno de los promotores del proyecto, Iván Fernández, explica que «nos encontramos el equipamiento en unas condiciones inhabitables, estaba en muy mal estado, hacía falta rehabilitarlo y hacer refuerzos estructurales».
Pero ya se sabe que, en una propiedad en la Parte Alta de Tarragona, antes de hacer reformas, se tiene que seguir un estricto procedimiento para respetar el conjunto histórico de la ciudad. Así pues, se tuvo que llevar a cabo una intervención arqueológica previa.
La excavación fue «complicada», ya que se tenía que hacer una rehabilitación integral en una zona que se sabía que habría restos. «Ya nos imaginábamos que podríamos encontrar restos porque al lado del restaurante Ares, hay una columna que se ve desde la calle y, justo delante de nuestro edificio, a las medianeras hay dos columnas que se pueden intuir», explicó Fernández.
Según se detalla al artículo publicado en la revista Tag, del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Tarragona, en un primer momento, «salieron elementos modernos —sobre todo desagües en desuso y niveles de rellenado, así como un enguijarrado—».
De esta excavación, salieron maravillas como las «dos columnas de origen romano, que fueron reaprovechadas en un edificio posterior, posiblemente visigodo». En caso de ser así, la hipótesis que ha cogido más fuerza es que estas columnas pertenecerían a una iglesia visigoda de los siglos V o VI. «Podría ser que fueran restos de la iglesia de Sant Pere, una segunda catedral visigoda en Tarragona», explica Iván Fernández.
El artículo detalla que «posteriormente, excavando más en el subsuelo, encontramos las bases de las columnas y el pavimento de la iglesia» e incluso pudieron ver que «el núcleo de escaleras se basa sobre una cisterna de agua de grandes dimensiones».