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El clamor de Sebastiana brama por Santa Tecla

El baile hablado estrena este año una adaptación del texto original con referencias tarraconenses llenas de sarcasmo e ironía

Desenes de persones van presenciar el ball parlat a la Floresta.

Decenas de personas presenciaron el baile hablado en la Floresta.Gerard Marti Roig

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Como Sebastiana del Castillo, muchos de los asistentes en el baile hablado a la Floresta vinieron de Andalucía a Cataluña para buscar una vida mejor. Aunque sin crímenes entre medio, esperamos. «¿Quién se ese mancebo cono el que andas?». La representación arranca delante del hogar municipal de personas mayores. Los menores juegan a pelota y a tenis mesa y con sus motos de juguete, mientras las abuelas les piden que dejen de hacer jaleo. Las personas mayores cogen posición a las sillas, mientras los más jóvenes se quedan detrás, de pie.

«¡Quiero ser casada cono aquel cono quién me plazca»!, dice desafiando a Sebastiana a su padre. El silencio se hace en la explanada. La joven no quiere doblarse delante de «machos alfa». El baile hablado este año estrena una adaptación del texto original. Un lenguaje más moderno y ágil, que los actores llevan a escena a las mil maravillas. Mezclando el catalán y el castellano, Sebastiana pide ayuda a su amante. Los dos actores jóvenes conectan y llenan de expresividad la escena, fascinando la audiencia, de los mayores a los más pequeños.

Mientras el Sol iba cayendo, la joven mujer comete los parricidios. «Dios mío, por tres besitos vaya lío me has montado», expresa su querido, antes de acabar de la misma forma que sus suegros.

La música suena y el público aplaude, mientras Sebastiana coge el caballo y llega a Tarragona. Les bandoleras la reciben y con sarcasmo e ironía le explican las bondades y penas de la ciudad. La clase política, en especial el alcalde Viñuales, recibe versos duros, pero llenos de humor. 

Les zonas reguladas o el nuevo color de la fachada del Ayuntamiento son protagonistas de los comentarios de las bandoleras, mientras la audiencia asiente y ríe, sintiéndose representada. De repente, un turista se hace un selfie con el grupo y se piensa que está en Nápoles, «por la suciedad que hay en la calle».

Versos para todos

No sólo los políticos reciben reprimendas o comentarios. La cofradía de la Sangre, la peña Orgullo Grana o los Niños de Tarragona también aparecen al baile. Incluso, el periodista Carles Porta sale a escena para resolver los crímenes. El precio de la vivienda es otra protesta de las bandoleras, ya que una de ellas, angustiada, se siente «más desgraciada que haber nacido en Reus».

Pero el mensaje más importante y reivindicativo de la representación es un clamor por la igualdad entre hombres y mujeres. En el espacio público, en la cultura popular, a nivel salarial, en los juzgados. «¡No habrá justicia hasta que no cobramos igual!», exclama una bandolera joven, delante de muchas mujeres mayores. Diferentes generaciones por un mismo objetivo. El clamor de Sebastiana del Castillo por la libertad femenina brama por Santa Tecla en los barrios y en el centro de la ciudad.

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