Albert Blanch, Eloi Moreno y Albert Roca: «Los tres mosqueteros» de Santa Tecla

Los denominan «el trío» porque es habitual verlos juntos por la calle, paseando. También los han bautizado alguna vez como «los tres mosqueteros». Albert Blanch, de 35 años, Eloi Moreno, de 30 años, y Albert Roca, de 31 años, no quieren perderse ni un acto de la Fiesta Mayor. Cuando les preguntamos si estas fechas significan, para ellos, el mejor momento del año, Blanch toma la palabra y responde con mucho aplomo: «Hombre...!». Ninguna duda. «Es la hora de divertirse, de saludar a gente conocida, de compartir ratos», rememora Roca. Una vez repasado el programa de fiestas, se avisan por el grupo de Whatsapp («My Friends») y se ponen manso a la obra. «Son especialistas en encontrar sitio en primera fila en todos los actos», asegura uno de sus padres.

Los tres representan, bajo un mismo entusiasmo, maneras diferentes de vivir la fiesta mayor. Albert Blanch, por ejemplo, es el más devoto de todos. Se refiere a la patrona como «la Santa Reina», cada año asiste al Retablo y los ojos se le humedecen cuando habla de la estima que siente por «la madre de los tarraconenses». Miembro del Esbart Santa Tecla desde pequeño, ha pasado por el Ball del Patatuf, el Ball de Cercolets y el Ball de Bastons, donde hace, de abanderado. En agradecimiento por esta implicación durante décadas, el año 2022 fue galardonado con la distinción de Tecler d'Honor. Su sentimiento de pertenencia es tan profundo que supera incluso las rivalidades castelleras más fuertes: se declara seguidor tanto de la Jove como de los Xiquets, en una doble pasión que él demuestra, en plaza, que no es incompatible.

Para Eloi Moreno, la fiesta implica, sobre todo, vida cultural. Según él, importan tanto los actos tradicionales como los conciertos multitudinarios tengan «una buena acústica». Enamorado de la escritura, y con una imaginación desbordante, los actos teclers también le sirven como fuente de inspiración. Durante estos días intensos, Moreno se encarga de elaborar un dietario donde incorpora crónicas de los actos a los que asiste y que después comparte con su público lector, un círculo de confianza formado por familiares y amigos.

Albert Roca, en cambio, pone el foco en la importancia de la inclusión social. «Todavía no se hace suficiente, en este tema», se lamenta. Tanto él como sus amigos mosqueteros son voluntarios de la Festa per Tothom, donde se distraen juntos pero también tienen ocasión de echar una mano cuando hace falta. «Todos tenemos derecho a disfrutar de la fiesta», sostiene. Casteller de la Jove, sabe que los hitos más difíciles estan al alcance «si todos cerramos filas».

Durante la conversación, coinciden de nuevo a la hora de escoger un elemento del Séquito preferido: los tres mencionan la Àliga. También se expresan como una sola voz cuándo critican el comportamiento de una parte de la sociedad tarraconense: ellos se lo pasan bien en las verbenas bailando, pero les preocupa el exceso de borracheras y que la gente vaya tan pasada. Piensan que nos tenemos que sentir afortunados por estas «fiestas magníficas» y hablan de personas «en general», sin etiquetas ni adjetivos. Todos para uno y uno para todos, como los mosqueteros.