Diari Més

Santa Tecla Inclusiva

Disfrutar de Santa Tecla con calma

La calle Santa Anna será un refugio sin ruido para vecinos y vecinas con neurodiversidad

En Rubén, membre d’Aspercamp, sosté uns cascos de protecció al carrer Santa Anna, on es durà a terme la prova pilot del carrer en calma.

Rubén, miembro de Aspercamp, sostiene unos cascos de protección en la calle Santa Anna, dónde se llevará a cabo la prueba piloto de la calle calma.Fran Richart Barbeira

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Rubén siempre que salía por fiesta mayor sufría después tres o cuatro días postrado en la cama con fuertes dolores. No sabía, cómo haría años después, de su condición TEA (trastorno del espectro autista) y cómo lo afectaba físicamente. Como él y otros ciudadanos con perfil hipersensible, tendrán por primera vez a la historia de las fiestas de Santa Tecla, un espacio sin petardos ni ruido para disfrutar en el Seguici. Como dice Rubén, una fiesta popular «quiere decir que es para todo el mundo, que todos tenemos derecho a disfrutar».

Esta iniciativa de la «calle de la calma» será desplegada por el Ayuntamiento de Tarragona y busca, precisamente, que la neurodiversidad tenga su propio espacio en la Fiesta Mayor. Al paso de las entidades del Seguici por la calle Santa Anna, estas no harán estallar petardos ni habrá música, para reducir el estímulo sensorial a los presentes. Como observa Laura Recha, de la entidad Aspercamp, este tramo está abierto a todo el mundo sin identificaciones ni ningún tipo de marcaje.

En otras poblaciones de Cataluña hay iniciativas parecidas, donde se requiere apuntarse previamente a un espacio concreto, y donde se apaga el sonido o no se producen ruidos al paso del desfile o de la comitiva. Aunque es una buena idea para evitar aglomeraciones en acontecimientos públicos, el hecho de que esté reservado sólo para el colectivo neurodiverso, puede hacer sentir que también se los estigmatiza y se viola su intimidad y confidencialidad sobre su condición. David, integrante de Aspercamp, recuerda durante el confinamiento de la covid-19, como de incómodo era que tuvieran que salir con una pulsera azul: «La gente es muy reactiva, te señala, te mira. Eso hace que te marque el estigma, que no haya comprensión. Cualquiera tiene que poder acceder sin demostrar nada».

En Tarragona, en cambio, la experiencia de la «calle en calma» será totalmente diferente y estará abierto a todo el mundo, en la calle Santa Anna, durante los días de Seguici. Esta calle contará con señalizaciones en los cuatro accesos que hay y también habrá presentes varios voluntarios que repartirán dípticos e informarán al público y paseantes que este tramo está destinado a la reducción de estímulos auditivos.

Anna Grau, terapeuta que trabaja con personas con alta sensibilidad, explica que cada uno tiene un perfil sensorial diferente «pero hay ciertas características muy comunes y destacables». Por ejemplo el tema de la audición, la hipersensibilidad o la tacticidad genera ansiedad a mucha gente. «Mucha gente en movimiento, y que no sabemos cómo se moverá, angustia»

Cada colectivo de los que conforma el Consejo Municipal de la Discapacidad lucha por sus necesidades. No sólo es el autismo sino que hay muchas más personas que requieren esta inclusión. Pero Laura va más allá, y reivindica que no es cuestión de incluirnos en la fiesta sino que tengamos plena igualdad de derechos. No es sólo dedicar espacios sino que la sociedad aprenda a convivir en todos los ámbitos y lugares con la neurodiversidad. Una concienciación que llega a nuestras fiestas y que esperan se vaya perfeccionando con el tiempo.

tracking