Política
Presupuestos de Tarragona: quien corre se ahoga, quien camina avanza
El PSC quiere aprobar las cuentas en octubre, pero ECP no lo ve factible y Junts «difícil»
Hay un dicho que dice que en el trabajo y en la vida quien corre se ahoga, y quien camina avanza. Las prisas del gobierno socialista en Tarragona para aprobar las cuentas del 2025 este mes de octubre pueden acabar desembocando en una negociación larga y pesada, un hecho que provocaría dilatar la aprobación e impedir que las cuentas entren en vigor el 1 de enero del 2025, principal objetivo del ejecutivo.
El gobierno liderado por Ruben Viñuales quiere tener el saco de los presupuestos cerrado y bien atado este mes. El apoyo previsible de dos de los partidos que aprobaron las cuentas anteriores, En Comú Podem y Junts, prometían una victoria fácil. Los dos, sin embargo, alertaron de premisas claras: primero hay que cumplir lo que se había prometido para el 2024 y después ya se hablará del 2025.
En menos de un mes para el plenario del 18 de octubre, cuando Viñuales quiere aprobar los presupuestos, la situación continúa igual. Y no parece que se tenga que mover en las próximas dos semanas, porque miembros del equipo negociador estarán fuera.
La suma de 14 sólo tiene, a estas alturas, una posibilidad: con Junts y ECP. ERC, que aprobó las cuentas el año pasado, ha decidido salir de las negociaciones porque «Viñuales ha dinamitado todos los puentes de confianza por diferentes motivos, y todos son de peso», argumentan.
«No ha hecho prácticamente nada para cumplir las inversiones que acordamos, como por ejemplo con la subida de las zonas reguladas de aparcamiento y la regulación de los pisos turísticos. No se puede llegar a acuerdos con quien no tiene palabra y con quien se esconde con el grave caso de espionaje en el Ayuntamiento», indica la consejera republicana Maria Roig.
Otra alternativa, con juntaires y los exmiembros de VOX, se borra: «No participaremos en pactos donde esté el apoyo de los exVox. No nos sentimos cómodas», recalcan desde Junts. Aunque el acercamiento personal entre los concejales de uno y otro lado podría hacer pensar que habría acuerdo –Junts, exVOX y PP disfrutaron juntos de la Diada Castellera de Santa Tecla-, de cara a la galería política las líneas rojas son muy claras. «Necesitamos sumar a las fuerzas que sumaron consenso para ordenanzas y presupuestos del 2024», subrayan desde Junts.
Además, los juntaires explican que no tienen ninguna reunión programada sobre presupuestos en las próximas semanas. Hasta el momento sólo ha habido una primera aproximación, y no se trataron temas de fondo ni de peso. «Para sentarse a negociar ordenanzas fiscales y presupuesto del 2025, el gobierno primero tiene que cumplir el pacto llegado en el 2024. Voluntad negociadora y predisposición siempre, pero hace falta ejecución del acuerdo y conseguir también un acuerdo para la aprobación de la ordenanza de terrazas», recalca el consejero Jordi Sendra.
En las filas de En Comú Podem la sensación es que el gobierno socialista va demasiado rápido. Con el fin de aprobar las cuentas, antes tendrán que llevar las propuestas a la asamblea, quien tendrá que dar el visto bueno para que Jordi Collado y Toni Carmona den el sí en el plenario municipal.
Las líneas rojas de ECP son muy claras: cumplir con los acuerdos prometidos el año pasado. El Plan de Accesibilidad es uno de los aspectos que todavía se encuentra en un cajón y que podría condicionar el voto favorable. Para que ECP dé su sí, próximamente tiene que haber movimientos en este ámbito.
Además, hace una semana ya alertaron a la consejera de Hacienda y parte del equipo negociador, Isabel Mascaró, de que el calendario socialista era poco realista con los tempos que necesitan las bases de ECP. El tiempo dirá si el sprint socialista es resolutivo.