Patrimonio
Expedientan al propietario de la Font dels Lleons de Tarragona por excavar los restos durante años sin permiso
Joan Ramon Martorell, dueño del bloque ubicado encima de los restos, dice que quería musealizarlas
El Ayuntamiento de Tarragona y la Generalitat de Cataluña han abierto un expediente a la empresa Gesbloc 2000 S.L, propietaria del bloque ubicado encima de la Font dels Lleons, por haber excavado los restos durante años sin permiso.
«Lo que quería era dar el primer paso para abrir los restos al público y que las altas esferas empezaran a colaborar», declara a Diari Més Joan Ramon Martorell, propietario del bloque. Según el mismo, técnicos del Ayuntamiento y la Generalitat tenían conocimiento de esta actuación «desde hacía tiempo».
La Font dels Lleons fue descubierta en el año 2000 en un solar entre las calles Ibiza y Pere Martell. Se trata de una fuente monumental de 17 metros de largo por unos 4 metros de ancho y que es considerada uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de la Tarraco Romana.
En aquel momento, y según un artículo publicado en Porta Enrere, el Ayuntamiento alegó que no podía expropiar los terrenos por falta de dinero. Gesbloc consiguió construir el edificio en el mismo solar, pero tapando los restos con toneladas y toneladas del suelo para preservarlas.
Durante la década del 2010, tanto el Ayuntamiento como el Port hicieron intentos de encontrar una solución al problema y con el objetivo de abrir estos restos de alto valor al público. De hecho, era una promesa del gobierno de Viñuales abrir la Font dels Lleons durante su mandato.
Incluso se habían iniciado las conversaciones, tal como adelantó Diari Més, entre el Ayuntamiento y la Fundación creada por el mismo Martorell. Ninguno de los movimientos resultó fructífero, y la Font dels Lleons continuaba tapada hasta día de hoy. Al menos aparentemente.
Antes de la pandemia, Martorell decidió empezar a remover tierra de los bajos para «construir una rampa circular que rodeara la fuente». Poco antes del confinamiento, las obras, que según el propietario «tenían control arqueológico», se detuvieron. El motivo fue que la tierra cedió «unos 10 centímetros», provocando peligro en la estructura del parking contiguo.
Después de la pandemia, y viendo que no había habido más movimientos del suelo, las obras se reanudaron. Un segundo desprendimiento de tierras, a seis metros de la Font dels Lleons, provocó que las excavaciones se detuvieran nuevamente y que el propietario actuara de urgencia para que no afectaran al parking y a la estructura del edificio.
«Para solucionarlo, creímos adecuado introducir una plancha que nivelara el suelo de la Font dels Lleons y, después, poner cestones para crear una pared vertical que sirviera de seguridad y al mismo tiempo dejara el espacio preparado para que los restos lucieran», detalla Martorell.
Este segundo desprendimiento cortó la electricidad del bloque justo cuando una vecina se disponía a salir del parking. Por este motivo, llamó a la empresa de seguridad del edificio, que no respondió, y acto seguido a la Guardia Urbana, que se desplazó al lugar de los hechos, según explica Martorell. Fue este el hecho de que dinamitó la abertura del expediente, años después del inicio de las obras.
Expediente abierto
El día 21 de junio, el Ayuntamiento notificó a Gesbloc 2000 S.L una resolución donde se suspendía el procedimiento de protección de la legalidad urbanística provocado por las obras sin licencia, que se localizaron el 29 de abril. Según el expediente municipal, el procedimiento de disciplina urbanística está suspendido mientras se tramita la licencia.
Esta licencia de obras, solicitada el 3 de mayo de 2024, es decir, con posterioridad a la localización de las obras sin licencia, se encuentra pendiente de una solicitud de documentación realizado el 30 de julio, y del que todavía no hay respuesta.
Concretamente, la Comisión de Cultura, con el fin de autorizar las obras, ha pedido los resultados de una intervención arqueológica para comprobar la afectación de las actuaciones realizadas sin autorización sobre los restos arqueológicos con planos de detalle (de planta y de sección) y con la superposición de la obra ejecutada y los restos arqueológicos. El expediente se encuentra así desde julio, pero la propiedad todavía no ha enviado la documentación. «No enviaré los documentos de control arqueológico», subraya Martorell.
Por su parte, la Generalitat expresa que «la petición está siguiendo trámite de la Comisión de Patrimonio». Aseguran que «se ha hecho el requerimiento de intervención arqueológica antes de valorarlo por la Comisión Técnica de Patrimonio Cultural». En este sentido, manifiestan que, «hasta que el promotor no dé respuesta al requerimiento, la Comisión no podrá valorar la actuación que se propone».
«Que la trasladen»
Joan Ramon Martorell asegura que, hasta día de hoy, las excavaciones le han supuesto un gasto de 80.000 euros. «No gastaré más dinero. Si quieren la fuente, que la trasladen», acaba diciendo. Ahora, habrá que conocer la decisión del Ayuntamiento y la Generalitat, así como las intervenciones para saber si la fuente se ha visto afectada.