Movilidad
Cautela en la salida de buses en la avenida Roma de Tarragona
Los usuarios prueban la alternativa por carretera mientras se plantean otras opciones de transporte a Barcelona
Cautela y pruebas en el primer día de salida y llegada de autobuses a la avenida Roma por el corte en las vías. Los vehículos hacia Sant Vicenç de Calders han funcionado con normalidad y sin aglomeraciones. Sólo un bus se ha llenado, el de las 6.09 horas.
Cuatro informadores, carteles, miembros de seguridad y coordinadores de Renfe esperaban a los usuarios en la puesta a prueba del Plan Alternativo de Movilidad junto a la plaza Imperial Tàrraco.
«He venido 20 minutos antes por si acaso. Fui ayer a la estación a preguntar, pero no me quedaron claro los horarios», explicaba Ainara Pozuelo. Ella es de Sant Pere i Sant Pau y entrena en Barcelona tres días a la semana. «Hoy creo que va todo demasiado bien. Si sigue funcionando el servicio, más gente vendrá a coger los autobuses y habrá más colapso», añadía Pozuelo. «Me he planteado entrenar más días en Tarragona, pero primero quiero ver cómo va. Tengo claro que no quiero coger el coche», concluía.
Muchos ciudadanos preguntaban a los informadores por horarios y frecuencias para otros días, previendo futuros viajes a la ciudad condal. «Tengo por si acaso el abono de autobús porque no sé cómo funcionará el Plan. Tengo miedo de que no se cumplan los horarios», expresaba Luis Jiménez, quién vive en Tarragona y va cada día en Barcelona a trabajar. Los autobuses, que salen cada media hora, han funcionado con relativa normalidad, siguiendo los horarios previstos. «Somos de Tarragona y vamos a menudo a Barcelona por visitas médicas. Hoy nos hemos levantado más pronto por si acaso», exponía a Dolors, acompañada por su marido. «Iremos probando. Intentaremos que las visitas no sean pronto estos meses. No nos planteemos coger el AVE o el coche si no es una urgencia», sentenciaba.
A medida que avanzaba la mañana, los primeros autobuses provenientes de Sant Vicenç de Calders llegaban a la avenida Roma. «He salido hacia las 8.30 horas de Sant Vicenç. No he tenido problemas a la hora de salir, no he visto aglomeraciones», afirmaba Carla Vázquez. Ella es de Barcelona y viene a Tarragona dos días a la semana a trabajar. «Acostumbro a coger el exprés en Reus. Me quedo a la estación del Norte y vengo para acá. De momento vamos bien, llego a la hora al trabajo», comentaba Vázquez. En algunos momentos, se aglomeraban hasta tres autobuses en la avenida, hecho que dificultaba la maniobra en los buses que salían de la estación. Me planteo coger el AVE, pero al final tiene un coste económico y los precios van cambiando. Si sigue funcionando el servicio de bus, seguiré así», remachaba.
No todos estaban tan satisfechos al llegar a Tarragona. «En Sant Vicenç de Calders me han dicho que el bus nos dejaba en la estación de tren, pero tenemos que bajar aquí en la avenida», comentaba un hombre. «Tocará andar. Pero bien, es el primer día, se puede entender», añadía, mientras se apresuraba a enfilar Rambla Nova arriba. Mientras tanto, dos chicas jóvenes bajaban de un autobús desconcertadas. Iban a l'Ampolla. «Tenéis buses directos hacia l'Hospitalet de l'Infant, que os va mejor. Dejadme mirar horarios de trenes y os digo cuál coger», los decía una informadora.
Los informadores han tenido trabajo durante la mañana, ya que muchos usuarios se querían asegurar estar cogiendo los autobuses que tocaban. También, muchos conductores les consultaban qué hacer, mientras miraban los cuadros de sus horarios. «Que haga el descanso ahora», ordenaba una coordinadora. Se prevé que los siguientes días haya dos informadores por la mañana y dos por la tarde en la avenida Roma.
«Intentaremos ver si llegamos. Me he planteado otras opciones, pero si funciona iré en autobús», comentaba Toni Sánchez, tarraconense que estudia en Barcelona, mientras subía al bus. Los chóferes no han revisado si los usuarios tenían el abono. Día de pruebas y de cautela en el primer día del corte en las vías en Tarragona. Queda para ver si en los próximos días o semanas la demanda del servicio aumentará y los autobuses podrán absorber a todos los usuarios. Eso ya estará en el intercambiador de Battestini, que ya entra en la cuenta atrás para inaugurarse.