El gobierno de Tarragona propone bonificar un 5% la tasa de la basura a quien haga uso del centro de reciclaje municipal

El Ayuntamiento de Tarragona congelará los tributos de cara al 2025, pero hará modificaciones en la tasa de la basura. Al menos, es la intención el equipo de gobierno, que quiere implantar una bonificación que permita rebajar un 5% el importe a pagar a los ciudadanos que hagan uso del centro de reciclaje municipal de forma recurrente. La idea es que, para poder beneficiarse de esta reducción, habrá que hacer al menos tres aportaciones de basura al año. Con este movimiento, el ejecutivo socialista pretende incentivar la población a adoptar buenos hábitos en materia de gestión de residuos y recogida selectiva.

Esta propuesta se debatirá en la comisión de Hacienda que tendrá lugar este miércoles, donde se determinará si la creación de esta nueva bonificación se lleva al plenario del 18 de octubre. El gobierno municipal también pondrá sobre la mesa otros cambios con respecto a la ordenanza fiscal número 7, reguladora de la tasa por el servicio de recogida y eliminación de basura. Por ejemplo el nombre, ya que el tributo pasará a llamarse «tasa por el servicio de recogida, transporte y tratamiento de residuos».

La cuota tributaria se seguirá computando con carácter anual, teniendo como base el año natural. En cambio, los socialistas quieren que esta deje de ser «irreductible», tal como se expresa en el artículo 4.1 de la normativa actual. Así, en el artículo 6, se pretende añadir un nuevo punto explicando que «se aplicará una reducción sobre las tarifas por la participación en la recogida separada para la posterior preparación para la reutilización y reciclaje de las diferentes fracciones de residuos en puntos de entrega acordados por el Ayuntamiento». En este caso, estará sólo en el centro de reciclaje fijo municipal, situado en el número 14 de la calle del Coure, en el polígono Riu Clar.

Según la propuesta elaborada por el equipo de gobierno, para ser beneficiario de la reducción de la tasa, habrá que haber realizado un mínimo de tres entradas anuales en el centro de reciclaje. En cada una de estas, se tendrá que haber aportado como mínimo un residuo voluminoso y dos tipos diferentes de desperdicios de más impacto ambiental. Por ejemplo, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, como neveras, aires acondicionados, móviles, lavadoras, monitores, impresoras, planchas o secaderos. También contabilizará como aportación un litro de aceite vegetal, disolvente o pintura, un kilo de chatarra, o cinco pilas.

Quien cumpla los requisitos, disfrutará de la bonificación del 5%. Eso sí, en ningún caso, la reducción podrá ser por un importe superior a 12 euros. Esta rebaja se aplicará «en el periodo impositivo siguiente al del devengo». De momento, no se tendrán en cuenta las aportaciones que se hagan en los centros de reciclaje móviles, porque a diferencia de la fija del polígono Riu Clar, en estas no existe ningún control para saber quien ha dejado residuos en los diversos vehículos o cajas metálicas itinerantes que se distribuyen por los diferentes barrios de Tarragona.

La Jefa de servicio de costes, contabilidad y estabilidad presupuestaria, con la conformidad del Viceinterventor general, emitió un informe en sentido favorable a la propuesta de modificación de la ordenanza de la tasa de la basura, ya que «no tienen ningún impacto negativo en las finanzas municipales».

Castigar al que más genera

El pasado mes de mayo, el ejecutivo socialista creó, a petición de los comunes, una comisión de trabajar en la reformulación de la tasa de la basura para definir una nueva ordenanza y adecuarla a lo que marca la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminantes para una economía circular. Esta obliga a las entidades locales a establecer una tasa que sea diferenciada y no deficitaria, la cual tiene que poder adoptar un sistema de pago por generación de residuos para que aquellos que contaminen más paguen un importe más alto.

El objetivo a medio plazo del Ayuntamiento es poder implantar esta fórmula. La idea del gobierno es que la tasa tenga una parte fija que esté dividida en tramos según indicadores objetivos, como podría ser el valor catastral, y otra variable que incluiría bonificaciones para tirar los residuos en el contenedor que toca y el sobrecoste por la generación de residuos. De esta manera, se quiere castigar a los que contaminan más, mientras se premia a los que reciclan.

Hoy por hoy, sin embargo, no se puede implementar porque no hay medios técnicos que permitan la obtención efectiva de los datos individuales de generación de residuos de todo el municipio. Cuando estos existan, el Ayuntamiento volverá a modificar la ordenanza para implantar este sistema de pago por generación de residuos. Fuentes municipales apuntan que, probablemente, habrá que esperar hasta que se haga efectiva la adjudicación del nuevo contrato de la limpieza.