Patrimonio
El agua todavía brota de la Font dels Lleons 2.000 años después e inunda una parte de los bajos del edificio
La Generalitat desconoce el estado de los restos y espera la documentación arqueológica
El agua de la Font dels Lleons sigue brotando después de 2.000 años. Las obras de emergencia por desprendimiento de tierras que se iniciaron en los bajos del edificio, ubicado entre las calles Ibiza y Pere Martell, se realizaron con el soporte de una bomba de agua, que retiraba el agua saliente y permitía trabajar a los operarios con normalidad. Las obras están paradas desde el mes de junio, a raíz de un expediente del Ayuntamiento de Tarragona para ejecutar las actuaciones sin licencia. Desde entonces, el agua ha empezado a inundar una parte de estos bajos.
Durante las excavaciones de finales de los años noventa se constató que de las cabezas de los tres leones, que funcionan como surtidores, todavía manaba agua. La Generalitat, el arquitecto del edificio, Xavier Climent, representante de la propiedad de los bajos, Joan Ramon Martorell, constatan que durante la construcción del bloque de pisos fue necesaria la utilización de una bomba de agua a causa de la existencia de la surgencia de agua.
Más de dos décadas después, durante la ejecución de las obras de emergencia para apuntalar la tierra que cubre la fuente y que se había desplazado, los operarios tuvieron que trabajar también con una bomba, según explicó Martorell a Diari Més. Meses después de que se pararan las obras, el agua ha hecho acto de presencia en los bajos y ha inundado una parte.
En este espacio, los pilares del edificio están a la vista. «No hay ningún riesgo para la estructura», asegura el arquitecto Climent. Martorell añade que «no hay ningún riesgo porque siempre ha habido, agua, pero antes se filtraba y ahora sale a la superficie».
Inspección de la Generalitat
Las obras están paradas y la Generalitat espera a que la propiedad de los bajos haga llegar la comprobación arqueológica. En caso contrario, no se podrán reprender. Esta documentación servirá para que la Comisión Territorial del Patrimonio Cultural valore el expediente. «Lo necesitamos para comprobar si la propiedad llegó a cota cero -la Font dels Lleons- durante las obras y para valorar el estado de los restos», expresan desde los Servicios Territoriales de Cultura.
Por su parte, Martorell asegura que ha «tirado la toalla» y que no enviará la documentación arqueológica. «No es necesario ningún informe porque se ha llegado hasta la cota que se hizo la excavación y eso se puede ver a simple vista, y más si se compara con los planos de la excavación. Pedir informes son personalismos y ganas de complicar el tema», asegura.
El pasado 8 de mayo, durante una visita con técnicos municipales y representantes de la propiedad de los bajos, la Generalitat constató que «el muro de gaviones -instalado como muro de contención- tiene una potencia considerable y que llega a cotas compatibles con las cotas arqueológicas, dado que la fuente forma parte de un conjunto de restos». Además, añaden que «parecía que una máquina retroexcavadora había maniobrado por encima de la tierra del espacio donde está la fuente».
Viñuales, al caso
La semana pasada y después de las informaciones que han salido a la luz sobre la Font dels Lleons, Joan Ramon Martorell y el alcalde de la ciudad, Rubén Viñuales se reunieron para tratar la situación. En declaraciones a Diari Més, el alcalde manifestó que habla «a menudo» con Martorell y que «estamos valorando todas las opciones» sobre la museización de los restos. La opción más viable es, según el alcalde, «que la Generalitat compre los bajos, musealice la Font dels Lleons y que forme parte de la red de museos».
Reunión extraordinaria de los vecinos sobre las obras en los bajos
«Todo el mundo que quiera puede entrar en los bajos, y estamos preocupados porque el agua no deja de brotar», manifiestan varios vecinos. Con el fin de recibir información sobre la situación de las obras, que denuncian que se hicieron sin avisar a la comunidad, se ha convocado un encuentro extraordinario. Lo que pedimos es que las obras se finalicen y que se vuelvan a tapar los restos y se cierre el acceso a los bajos. Nos preocupa que el agua pueda estar afectando a la estructura del edificio», recalcan.