Cien subidas salvan la Torre de Sant Simplici

La Torre de Sant Simplici, un antiguo vestigio medieval del siglo XI, situado en la cima homónima de Tamarit, finalmente será restaurada después de décadas de deterioro. Será gracias a una línea de ayudas que la Diputació de Tarragona otorgará al Ayuntamiento. El proyecto incluye una partida de 20.000 euros y se enmarca dentro del pacto presupuestario que el gobierno municipal y Junts per Tarragona firmaron en noviembre del año pasado.

El monumento histórico, que había sido clave en la vigilancia de la frontera del Gaià y en la protección de la costa tarraconense, captó la atención mediática gracias al esfuerzo y la perseverancia de Anna Saballs, una arquitecta y corredora tarraconense que en el año 2022 inició el proyecto 100 x Sant Simplici.

Este consistía en subir 100 veces la colina donde se encuentra la torre, para reivindicar su rehabilitación y la protección del patrimonio local. «Ha sido una muy grata sorpresa. Durante mucho tiempo parecía que nada salía adelante y ya pensaba que todo estaba perdido», admite Saballs. «Ha sido un proceso largo, pero ahora parece que finalmente se está desencallando», celebra la tarraconense.

A pesar del optimismo, advierte que todavía queda camino por recorrer. «Es una muy buena noticia, pero hasta que no lo vea no lo acabaré de creer», afirma. El proyecto, explica, podría tropezarse con varios obstáculos, especialmente con respecto a la propiedad del terreno, que es privada.

La responsabilidad de llegar a un acuerdo con el propietario recaerá sobre el Ayuntamiento de Tarragona. «Es un tema complicado que ya hace años que se arrastra. Parece que aquello sea tierra de nadie», lamenta Saballs. Además, también teme que el proceso quede paralizado por cuestiones políticas, ya que, apunta, «al fin y al cabo, es una gestión política y, por lo tanto, depende del gobierno. Es triste, pero es así».

Saballs, especializada en arquitectura patrimonial, destaca que la Torre de Sant Simplici tiene un valor que va más allá de su utilidad o estado actual. «Creo que un error muy común que se comete durante las restauraciones es caer en esta obsesión de intentar encontrar una utilidad. Estos edificios no necesitan una utilidad para tener validez, simplemente forman parte de nuestro entorno y tendrían que ser apreciados tal como son», afirma.

Un proyecto a determinar

Según fuentes municipales, la redacción del proyecto todavía no se ha iniciado y, por lo tanto, se desconocen cuáles son las actuaciones que se llevarán a cabo durante la restauración. Saballs, por su parte, tiene unas cuantas sugerencias. «Creo que sería necesario hacer un estudio arqueológico de la torre, ya que hay documentos con información contradictoria. También se tendría que hacer una excavación, pero no sé si el presupuesto lo permitirá», opina la arquitecta.

«Lo más probable es que la financiación se destine a la consolidación de la torre y al adecentamiento del entorno inmediato», explica. Saballs, que durante estos años ha sido una de las impulsoras principales e imagen del proyecto, afirma que «le encantaría poder formar parte de este», pero que de momento no tiene ninguna noticia.

Unir dos pasiones

Esta dedicación por preservar la historia local a través del deporte, explica, nace de su experiencia universitaria. De hecho, fue su Trabajo de Fin de Grado el que se convirtió en su proyecto pionero donde combinaba sus dos pasiones, el deporte y el patrimonio. «El objetivo de las rutas es coger un elemento patrimonial que está en escombros y darle un valor a su entorno. Que la gente pase por el lado y lo vea», explica Saballs.

Su reto actual es el 100xU, que busca reivindicar y poner en valor 100 elementos patrimoniales de Cataluña a través de salidas deportivas. «Quiero intentar recuperar patrimonio que quizás no es tan evidente. Castillos hay muchos, pero también hay fábricas, preventorios y balnearios que forman parte de nuestra historia», apunta.