Sociedad
En el núcleo de la Part Alta de Tarragona hay más tiendas de ‘souvenirs’ que supermercados
El Ayuntamiento trabaja en un Plan de Usos en el barrio mientras los vecinos están preocupados por la falta de servicios
El barrio más antiguo de Tarragona es la Part Alta. Y el más presumido por los tarraconenses, sobre todo el mes pasado, cuando el barrio es el epicentro de las fiestas. Pero una vez pasa Santa Tecla, los vecinos de la Part Alta vuelven a la cotidianidad y los problemas del barrio continúan igual.
Estos son diversos y afectan diferentes ámbitos del día a día de los residentes en la zona. Uno de los principales es la falta de supermercados y comercios dedicados a los vecinos. «No tenemos ningún gran almacén en el barrio. Muchos vecinos, que ya son mayores, cuando sus hijos o nietos los visitan, aprovechan y les piden que les hagan la compra en supermercados más grandes en otras zonas de la ciudad,» explica Quim Castellví, presidente de la asociación de vecinos Ara Part Alta.
En el núcleo del barrio, teniendo en consideración la plaza del Fòrum, la calle Merceria, la calle Major, la Bajada de la Misericordia, la plaça de la Font y la calle de Sant Fructuós, sólo hay tres supermercados. La mayoría de estos establecimientos son bazares pequeños y ninguno es de una gran cadena comercial. «Hace tiempo que reclamamos que el antiguo mercado de las pescaderías, en la plaza del Fòrum, podría albergar un gran supermercado», expresa Castellví.
Con respecto a los comercios de alimentación, al núcleo de la Part Alta hay cinco. Dos carnicerías, un horno, una pescadería y una frutería. «Estamos muy olvidados», expresa Castellví. Si se recuenta los otros establecimientos dedicados a los vecinos, encontramos tres peluquerías, dos farmacias. Aparte, hay dos estancos y un local de lotería.
Un cajero por 4.000 vecinos
En la zona, sólo hay un cajero. Uno, para los 4.135 vecinos que viven en el barrio, según las estadísticas de población del año 2022 del Ayuntamiento de Tarragona, las más recientes publicadas.
En cambio, en el núcleo de la Part Alta hay cinco tiendas de souvenirs y cuatro heladerías. «Todas las tiendas de comestibles han ido desapareciendo. Entendemos todo el impacto económico que genera el turismo, pero creemos que el ámbito comercial se puede equilibrar de una mejor forma», remacha el presidente de la entidad vecinal. El grueso de los establecimientos en el barrio lo conforman, de un lado, las tiendas de ropa, bolsos de mano, joyas y regalos. Y, por otra parte, los establecimientos de hostelería. En el núcleo del barrio, hay abiertos 17 restaurantes y 26 bares, contando las cafeterías. La mayoría se concentran en la plaça de la Font, uno de los epicentros de la hostelería en la ciudad.
Plan de Usos en camino
Ante este escenario, el gobierno municipal está trabajando en un Plan de Usos para la Part Alta, que marcará el camino a seguir en los establecimientos del barrio de cara al futuro. La consejera de Comercio y Turismo, Montse Adan, encabeza el proyecto. Este Plan es un compromiso que se acordó entre el PSC y En Comú Podem durante las negociaciones de los presupuestos de este año.
Más allá, otra preocupación de los vecinos es la accesibilidad en la vivienda. «Estamos mucho preocupados por el auge de pisos turísticos en el barrio. Cada vez suben más los precios y mucha gente se ve obligada a marcharse a otras zonas de la ciudad», explica Castellví. Según adelantó digital El Crític, en la ciudad hay 1.855 establecimientos con licencia turística. Si se consulta un portal inmobiliario como Idealista, ninguno de los inmuebles ofrecidos en la Part Alta baja de los 600 euros mensuales. No puede ser que se especule tanto con la vivienda en el barrio. Creemos que los alquileres tendrían que ser mínimo para dos años», dice Castellví.
Quejas por la limpieza
Esta reclamación la dirigió el presidente de la AV a la consejera Adan, en una reunión que mantuvieron esta semana. Durante el encuentro, también se trataron otros temas como la limpieza en el distrito. En el barrio hay calles muy oscuras donde, si se tira agua para limpiar, tarda dos o tres días en secarse. Y muchas personas mayores tienen miedo de resbalar», expone Castellví. Como en la mayoría de barrios de la ciudad, los vecinos critican la limpieza que hace la brigada municipal en la zona. «Hay cierta maquinaria que, al pasar, estropea los bajos de los portales de las casas. Lo hemos alertado muchas veces y la sensación es que se hace caso omiso», expresa Castellví. Por este motivo, desde la asociación vecinal no se descarta organizar manifestaciones y concentraciones próximamente para denunciar la situación en el barrio.
Manifestaciones cerca
«Hemos acordado una reunión con Sandra Ramos, la concejala de barrio, y según cómo vaya el encuentro tomaremos una decisión. Muchos balcones de la plaza del Fòrum lucen toldos con el lema ‘Cuidem la Part Alta’. Por último, los vecinos también reclaman soluciones con respecto a la movilidad y al tránsito rodado a las calles de la ciudad. «Reducir los vehículos al centro histórico ya nos parece bien. Pero la normativa no se cumple», dice Castellví. Los vehículos de reparto pueden entrar hasta las 11 h, pero, según los vecinos, lo hacen más allá de su horario. «Hay sólo una entrada, en el portal de Sant Antoni, y la Guardia Urbana lo podría controlar. De hecho, ellos son los primeros a entrar en coche en el barrio y no a pie», concluye.
Las cifras
- 26 - Bares
- 26 - Tiendas
- 17 - Restaurantes
- 5 - Comercios
- 4 - Heladerías
- 3 - Supermercados