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Salud

Estos son los múltiples beneficios que tienen las avellanas y los frutos secos para la salud

Jordi Salas, catedrático y director de la Unidad de Nutrición Humana de la URV, defiende que lo mejor para la salud es comer los frutos secos sin procesar, sin tostar y sin sal

Imagen de frutos secos.Pixabay

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Jordi Salas, catedrático y director de la Unidad de Nutrición Humana de la Universitat Rovira i Virgili (URV) e investigador del ICREA, ha resaltado los importantes beneficios para la salud que tienen las avellanas y otros frutos secos, especialmente en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Además, ha defendido la importancia de consumir productos de proximidad para aprovechar al máximo sus propiedades nutricionales.

Salas ha explicado que las avellanas, al igual que otros frutos secos, forman parte de la dieta mediterránea, conocida por sus beneficios para la salud. Las recomendaciones internacionales sugieren consumir un puñado de frutos secos al día para prevenir enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio o la embolia cerebral, que actualmente son la principal causa de mortalidad.

Aunque todos los frutos secos tienen una composición similar, con pequeñas diferencias entre ellos, Salas ha destacado que lo importante es tener una dieta variada y consumir cualquier tipo de fruto seco, ya que algunos aportan más antioxidantes y otros más o menos grasa. Sin embargo, las recomendaciones nunca se centran en un fruto seco en particular.

Los beneficios de la dieta mediterránea

Salas ha mencionado la evidencia científica que respalda los beneficios de la dieta mediterránea en la prevención de enfermedades crónicas, cardiovasculares y cánceres. Desde su unidad de investigación en la universidad, han realizado estudios con más de 7.000 personas, demostrando una disminución del 30% en la aparición de nuevos casos de enfermedades cardiovasculares en comparación con una dieta baja en grasas.

Según Salas, la dieta mediterránea es beneficiosa porque al recomendar el consumo de grasas vegetales, indirectamente se reduce el consumo de hidratos de carbono de mala calidad. Además, las grasas como el aceite de oliva son muy saturadas, lo que las hace menos propensas a la oxidación y les confiere beneficios adicionales. Tanto el aceite de oliva como los frutos secos contienen no solo grasas, sino también sustancias minoritarias que, en pequeñas cantidades, tienen efectos positivos en la presión arterial y protegen contra las enfermedades cardiovasculares.

El consumo de frutos secos y su procesamiento

Aunque los frutos secos son comunes en nuestra dieta, a menudo se consumen en diferentes formatos procesados. Salas ha enfatizado que cuanto menos procesado esté el fruto seco, mejor, y esto se aplica a cualquier alimento. Si bien la industria alimentaria ha avanzado mucho y ahora encontramos frutos secos en helados, salsas, bollería y otros productos, desde el punto de vista de la salud, lo ideal es consumir los frutos secos sin procesar, sin tostar y sin sal

Aunque el tostado puede no ser tan perjudicial, sí puede provocar la pérdida de algunas vitaminas. En cuanto a la forma de incorporar el puñado recomendado de frutos secos a la dieta, Salas ha indicado que no hay una manera específica y que cada persona puede hacerlo como más le guste. El puñado no necesariamente debe ser literal, y los frutos secos se pueden incorporar como acompañamiento de cualquier plato, por ejemplo, en una ensalada.

La importancia de los productos de proximidad

Salas también ha abordado el impacto de la sequía en los cultivos de avellanas en los últimos años y cómo esto puede afectar desde un punto de vista sanitario. Ha destacado la importancia de defender la producción local, ya que cuanto más cercano sea el producto, mejor, tanto por la pérdida de nutrientes durante el transporte como por la sostenibilidad del planeta.

«Sinceramente, tiene su efecto. La producción aquí en nuestro territorio, que sobre todo hacemos avellanas y almendras, ha sido muy castigada en los últimos años y los agricultores no pueden competir con cultivos intensivos de otros países, por temas de precios y otras cosas que a mí no me corresponde opinar. Pero los que trabajamos en nutrición lo que sí queremos poner de relieve es que cuanto más de proximidad sea el producto mejor, porque transportar este alimento tiene sus consecuencias nutricionales, tanto por pérdidas de nutrientes como por la sostenibilidad del planeta. Por este motivo, también es importante defender la producción de casa», ha afirmado Salas.

El transporte de alimentos puede afectar su valor nutricional debido a la pérdida de propiedades. Si se cosecha y se consume poco después, las pérdidas son mínimas. Sin embargo, si el alimento debe ser cosechado, almacenado y transportado a largas distancias, exponiéndolo al sol y a cambios de temperatura, esto repercute en la cantidad de vitaminas y sustancias antioxidantes. Aunque esto depende del producto en cuestión, siendo más importante para las frutas frescas que para los frutos secos, que son más fáciles de conservar.

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