Sociedad
Los vecinos de Cossis de Tarragona paralizan la concesión de Mas Rosselló
Los residentes de la zona alegan que el canon económico que se pide «no es viable»
Los vecinos de la zona de Cossis de Tarragona han suspendido provisionalmente el proceso de licitación y concesión de Mas Rosselló. Una cincuentena de residentes presentaron la semana pasada una alegación al proceso ante la Oficina Municipal de Atención Ciudadana y el alcalde de la ciudad, Rubén Viñuales, ha decidido paralizar la licitación hasta que la alegación se resuelva.
«Creemos que el canon económico que se exige, de unos 6.000 euros mensuales y una inversión inicial de 200.000 euros no es viable y que esto provocará que los concesionarios opten por actuaciones que no se contemplan en los pliegues, como la música en directo», explica Angela Amador, vecina del paseo Marítimo e impulsora de la alegación.
Amador cuestiona los criterios utilizados por el Ayuntamiento a la hora de calcular este canon, así como las «garantías» que se exigen a los concesionarios para «evitar que la actividad de restauración se convierta en un negocio de ocio nocturno». «No le saldrían las cuentas ni al Bulli», dice Amador.
El permiso sacado a licitación es por veinte años. El concurso público se publicó el pasado noviembre y el plazo para presentar ofertas acababa ayer. Estas ofertas tienen que incluir los trabajos de rehabilitación del edificio. Además, el consistorio tarraconense pide a los interesados que se invierta en mejoras a nivel de accesibilidad y diseño del edificio, así como de ahorro de energía del mismo.
«Como ciudadanos de Tarragona tenemos un Bien para que la ciudad la explote y no podemos acceder. Este establecimiento tendría que ser un merendero que diera servicio a la gente que visita el parque, pero eso no pasa», considera Amador. La finca de propiedad municipal tiene una superficie de 3.600 m2 y se trata de una antigua masía catalana. El recinto dispone de un aparcamiento que tiene capacidad para una sesentena de vehículos.
En la alegación presentada, los vecinos de Cossis piden revisar los criterios económicos y de viabilidad de la concesión, para «garantizar que las actividades autorizadas respeten la normativa y no generen molestias a los vecinos».
Se quejan del ruido
«Hay muchas noches en verano en las que no podemos dormir y los residentes estamos cansados de aguantarlo», remarca Amador. Los vecinos también señalan al establecimiento situado donde estaba el Limboo. «Tienen altavoces en la terraza y eso no está permitido. Estamos recopilando información y presentaremos una queja formal. Estamos hartos», expresa Amador.
La previsión inicial con la que trabajaba el Ayuntamiento era que durante el segundo trimestre del próximo año ya entre en vigor la nueva concesión en Mas Rosselló. Ahora, el consistorio tiene el balón sobre su tejado y tendrá que dar respuesta a la alegación vecinal y decidir si tirar adelante o no con el concurso público.